9 de abril 2018 - 00:00

De Ridder: un arte que clamapor la defensa de los animales

De Ridder. En su exposición, son los animales los que se arman para defenderse de los hombres.
De Ridder. En su exposición, son los animales los que se arman para defenderse de los hombres.
"Hace tiempo que combino, en mi trabajo, mis dos preocupaciones fundamentales: el arte y la defensa de los animales y la naturaleza", dice a este diario Desirée De Ridder, cuya nueva muestra "El grito de alarma esperan" se inauguró el pasado 22 de marzo en la galería Calvaresi Contemporáneo (Defensa 1136) y permanecerá abierta al público, con entrada libre y gratuita, hasta el 5 de mayo.

La artista presenta, en este espacio, una exposición singular en la que quienes están armados, defendiéndose de la depredación del hombre, son los animales. Se trata de 13 esculturas en cerámica: gallinas, liebres, palomas, yaguaretés, jaguares, y hasta dos ciervos en tamaño natural, al igual que el resto de las piezas, pero en resina.

"Los animales han decidido armarse para defenderse o rebelarse frente a los hombres", continúa De Ridder, quien extiende su denuncia a los efectos letales de los agroquímicos. "Hay zonas donde el ñandú ya ha desaparecido, y un ave patagónica como el macá tobiano está a punto de extinguirse".

De Ridder vivió un lustro en París donde inició, a partir de 2007 una obra que apunta a mostrar este tipo de agresión contra los animales y el medio ambiente. Al principio a través de la pintura, y ahora con la escultura.

"Yo nací en la provincia de Buenos Aires, en Perkins, cerca de Santa Fe. Un medio rural donde en mi infancia existía una flora y una fauna magníficas. Pero todo eso fue desapareciendo. La caza, y más tarde los campos sojeros, fueron extremadamente perjudiciales, sin hablar de la obra de los agroquímicos. Cansada de que se me rieran en las comisarías con mis denuncias me decidí a expresarme de esta manera". La muestra está curada por Elena Tavelli, quien dijo: "En una Argentina fumigada, talada y con especies animales y culturas milenarias extintas, recurrir a la cerámica es una decisión conceptual de armas tomar. Es una sanación y un reencuentro con el campo que la vio crecer y la tierra donde echó raíces. A sus años dedicados a la pintura, el barro los volvió tridimensionales y los cargó de capas y sobrecapas de esmalte. En sus animales de paletas vibrantes, la ilusión se mezcla con la amenaza para exponer las problemáticas más inmediatas de nuestro tiempo: la devastación de la ecología global y las migraciones involuntarias."

Consultada sobre los avances en el mundo de los movimientos ecologistas, y hasta veganos, responde: "La buena noticia es que existe una mayor conciencia, pero sólo entre los jóvenes. Los índices de depredación por culpa de la caza furtiva, sin embargo, no se han modificado. No hay más que leer las noticias y enterarse, como ocurrió la semana pasada, de que en África murió el último rinoceronte blanco, especie que durante años fue cazada para comerciar con sus cuernos. Lamentablemente, nada indica que esa violencia contra los animales haya cesado".

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