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Déficit: otra víctima de la crisis por suba de salarios estatales

Axel Kicillof
El Presupuesto nacional no contempla partidas para el financiamiento de la seguridad que no sea el de la Policía Federal, la Gendarmería, Prefectura, las Fuerzas Armadas y la Policía de Seguridad Aeronáutica.
Así, las subas que los gobernadores otorgaron a sus policías, en algunos casos garantizando más de $ 10.300 de básico (como la oferta que lanzó el Gobierno de Chubut), no impactarán directamente en las cuentas del deficitario Presupuesto 2014, pero sí lo hará el financiamiento que la Nación deberá aportar para "bancar" las cajas provinciales. Por lo menos la mitad de los gobernadores que otorgaron subas salariales a policías rebeldes ya comunicaron al Gobierno que no pueden pagar lo que cedieron.
Y tras la ola de la Policía ya comenzaron las presiones de otros gremios estatales a los que se sumarán docentes y médicos. En ninguno de esos casos estuvo jamás previsto un incremento salarial de las proporciones del que están consiguiendo los policías en provincias.
Salvo algunas excepciones, casi todas las gobernaciones deberán tener asistencia extra de la Nación para poder afrontar las subas que no tenían contempladas antes de la crisis.
Se sabe que ningún presupuesto provincial contempla de antemano la suba salarial sino que se ajusta en el año luego de la paritaria. Lo hace la Ciudad de Buenos Aires con los incrementos salariales: tras paritarias Mauricio Macri pide a la Legislatura porteña un incremento presupuestario. De todas formas, en ese caso en particular los recursos no faltan para financiar la diferencia; algo que pocos gobernadores pueden decir.
Por ese lado entonces, será difícil evaluar el impacto que tendrá en las cuentas públicas la suba en el gasto que suponen los nuevos sueldos en seguridad, sumados a los reclamos que ya se vienen en todo el sector público que quiere igual trato que con los uniformados.
Frente a esa realidad está el Gobierno. Tras dos meses duros en materia de suba de precios, con la inflación impactando en su peor momento en 2013, el objetivo oficial fue cerrar las futuras paritarias con una suba del 18%. Con ese número se anticipaba a sentarse con los sindicatos y hacia allí se buscaba domesticar hasta a la CGT oficial.
Para eso se encargaron trabajos previos. Se le pidió a Axel Kicillof que su equipo elaborara un cálculo de inflación para justificar que con ese 18% de suba salarial sería suficiente para sustentar el poder adquisitivo de los salarios en 2014.
Por lo tanto con que el año próximo el sindicalismo desembarcara con reclamos que ronden el 25% la situación de caja ya sería dificil de solucionar, tanto para los gobernadores y para la Casa Rosada. Los incrementos de hasta un 50% que lograron los policías terminan por complicar ese horizonte.
Así, antes de estas subas la Asociación de Presupuesto Público calculaba que el país puede terminar 2013 con un déficit de sus cuentas públicas de $ 110.000 millones, o sea un 4,1% del PBI. En cuanto los déficit provinciales el número rondaba los $ 30.000 millones, tomando en cuenta las proyecciones disponibles a octubre de este año.
Hay otro efecto que complica: con subas salariales superiores al 18% se vuelve descalzar el impacto del Impuesto a las Ganancias sobre los salarios, además de realimentar la presión inflacionaria.
Las presiones de los gremios de empleados estatales ya comenzaron en algunas provincias. Una muestra es Neuquén: hoy la CTA convocó a un paro de 24 horas, con marcha a la Casa de Gobierno local, en reclamo de aumentos salariales. El sindicato los profesionales médicos del sistema público de salud está en la misma línea: arrancaron una huelga de cuatro días por un pedido similar. Y todo a sólo 24 horas que el Gobierno de la provincia cerrara el acuerdo con la Policía.
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