La primera nave espacial estadounidense no tripulada que intentará posarse en la Luna en más de medio siglo despegó ayer a la madrugada con éxito, en el marco de una misión privada, pero horas después la empresa que construyó el aparato reportó problemas técnicos que le impide apuntar sus paneles solares hacia el Sol, lo que hace temer el fracaso de la expedición.
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Despegue
El equipo cree que la posible causa del inestable apuntamiento hacia el Sol es una anomalía de la propulsión.
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