7 de marzo 2018 - 00:00

Detuvieron a un dirigente de la UIA acusado de corrupción

El metalúrgico Juan Carlos Lascurain está sospechado de haber cobrado $50 millones por una obra pública en Río Turbio que no se terminó de hacer.

TRAYECTORIA. Lascurain fue presidente de la UIA entre 2008 y 2010. Forma parte del grupo más crítico a la política económica del Gobierno.
TRAYECTORIA. Lascurain fue presidente de la UIA entre 2008 y 2010. Forma parte del grupo más crítico a la política económica del Gobierno.
El vicepresidente quinto de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, quedó detenido ayer acusado de haber cobrado durante el gobierno anterior $50 millones por anticipado para realizar un camino en la localidad de Río Turbio, que no se terminó. Si bien Lascurain es considerado un empresario chico, representa un espacio con fuerte presencia política en la gremial patronal.

Forma parte del grupo de industriales que más estrechamente se vinculó al proyecto económico kirchnerista, y actualmente, se encuadra dentro del sector más crítico a la gestión del gobierno de Mauricio Macri.

El empresario se entregó personalmente en los tribunales federales de Comodoro Py ante el juez Luis Rodríguez, quien había emitido una orden de detención en la causa en la que se investigan irregularidades en la proyectada Avenida de los Mineros, una ruta de siete kilómetros que no llegó a construirse en la localidad de Río Turbio. Por esa misma causa el magistrado pidió la detención del ex intendente de la localidad Atanasio Pérez Osuna y del diputado provincial Matías Mazú.

La empresa involucrada es Fainser SA, con una planta en José León Suárez. La firma indica en su sitio web que su actividad principal es la fabricación de calderas y equipos termodinámicos.

No obstante, aparece como contratista de la obra pública en la localidad santacruceña. Romina Mercado, hija de la gobernadora Alicia Kirchner, figuraba como apoderada de Fainser SA.

A principios de diciembre pasado la planta del gran Buenos Aires fue tomada por los obreros de la firma quienes denunciaban irregularidades en el pago de los sueldos. Lascurain es actualmente titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), y desde allí ocupa el puesto de vicepresidente quinto de la UIA, es decir, la denominada "mesa chica" de la conducción que encabeza el aceitero Miguel Acevedo.

De larga trayectoria en la carrera gremial empresaria, el metalúrgico fue presidente de la principal central fabril entre 2008 y 2010, cargo del que se retiró con fuertes cuestionamientos de sus pares. Para aquel momento había tejido relaciones con el Gobierno de Cristina Kirchner, a través de Julio de Vido y era acusado de haber anudado contratos con el Gobierno a través de sus empresas. En momentos en que la inflación comenzaba a convertirse en un problema, para varios empresarios resultaba llamativa su escasa disposición a la crítica frente a las presiones internas para que hablara.

Con ADIMRA se encuadra en el denominado Grupo Industriales, la línea interna de la UIA más proclive al proteccionismo, en la cual revista el textil y diputado massista José Ignacio de Mendiguren. Desde ese sector partió el martes de la semana pasada las mayores quejas contra el Gobierno por el aumento de las importaciones, lo cual provocó la dura respuesta del ministro de la Producción, Francisco Cabrera. El funcionario les dijo que "se dejen de llorar", los mandó a invertir y a proponer una "agenda positiva".

Si bien Acevedo asumió la defensa del conjunto, en la central se señala que los más quejosos se ubican en el lado del Grupo Industriales, donde revistan los denominados "sectores sensibles" como textiles y calzado. Aunque Lascurain se referencie entre los sectores opositores al Gobierno, su detención tendrá un fuerte impacto negativo en la interna, ya que algunos pueden sospechar que ese llamado ante la Justicia pueda ser vinculado a las críticas de la semana pasada.

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