"Si algunos sectores, sea por el motivo que fuere, instalaran la desconfianza, especialmente una desconfianza injustificada, eso es muy malo, la guerra psicológica puede afectar las inversiones y retardar iniciativas", planteó Rousseff en su decimoséptimo mensaje en cadena nacional. "Si nos hundimos en el pesimismo quedaremos presos de intereses mezquinos", agregó, aunque admitió que "en toda economía siempre hay algo por hacer, algo que retocar, algo que corregir", y prometió no bajar la guardia en la lucha contra la inflación.
Las palabras de la mandataria, transmitidas por televisión y radio el domingo por la noche, estuvieron destinadas a sectores del mercado y dirigentes opositores que, en las últimas semanas, criticaron el aumento del gasto público y el alza de precios, y advirtieron sobre el riesgo de que las agencias internacionales bajen el rating de la deuda brasileña.
Ayer, el boletín Focus, elaborado cada semana por el Banco Central, informó que el crecimiento del PBI será del 2,3% este año, mientras el Ministerio de Economía había previsto un mejor resultado, de cerca del 4%.
Durante su exposición, la mandataria -que se encuentra de vacaciones en una playa del estado de Bahía- realizó un balance del año, recordó las masivas movilizaciones de junio cuando su popularidad cayó pronunciadamente, y aseguró haber adoptado medidas en respuesta a las demandas.
"Escuchamos sus reclamos implantando programas para cumplir nuestros compromisos", señaló y destacó la implementación del programa Más Médicos para prestar asistencia en barrios humildes y a través del cual llegaron al país 6.658 profesionales, cifra que subirá a 13.000 en 2014.
"Siento la alegría de poder decirles que comiencen 2014 con la seguridad de que su patrón de vida será aún mejor del que tienen hoy, sin riesgo de desempleo o de abrir su propia empresa", dijo Rousseff.
Las palabras de la mandataria pronto centraron las críticas de opositores y analistas políticos.
El senador brasileño Aécio Neves, favorito para representar al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en las elecciones presidenciales del próximo octubre, la acusó de usar un mensaje a la nación como "campaña electoral" y para "hacer autoelogio". "Fue abusivo y una demostración de la falta de límites" del Gobierno, se quejó.
El político de centroderecha dijo que Rousseff presentó un panorama idílico que calificó como una "isla de la fantasía" y en el que no dedicó "ninguna palabra" a las familias de las víctimas de las lluvias, que en las últimas semanas causaron al menos 45 muertos en el sureste, ni "a las obras prometidas y no realizadas".
La cadena Globo publicó que la mandataria "dio tanta importancia al tema económico porque es la principal preocupación de la población, según los análisis que se realizan en el Palacio del Planalto con base en encuestas de opinión".
"Indudablemente, lo que dijo la presidenta no puede analizarse sin tener en cuenta que ella irá por la reelección; creo que exagera cuando dice que hay gente interesada en generar un clima de guerra psicológica", dijo, por su parte, Kennedy Alencar, comentarista de radio CBN.
Para Gerson Camaroti, analista político del canal Globo News, Rousseff hizo hincapié en su política social y a partir de ello "ensayó una crítica a la oposición al decir que esos grupos criticaron al Gobierno cuando éste redujo impuestos y el precio de la luz".
| Agencias ANSA y EFE |
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