22 de septiembre 2011 - 00:00

EE.UU.: polémica por inminente ejecución de un preso negro

Numerosas manifestaciones se reprodujeron en diferentes lugares de Estados Unidos, ayer, para impedir la inminente ejecución del afroamericano Troy Davis.
Numerosas manifestaciones se reprodujeron en diferentes lugares de Estados Unidos, ayer, para impedir la inminente ejecución del afroamericano Troy Davis.
Jackson, Estados Unidos - La vida del afroamericano Troy Davis, condenado a ejecución, pendía ayer de un hilo luego de que la Corte Suprema de EE.UU. suspendiera su inminente ejecución tras la apelación de sus abogados defensores. Aunque hasta anoche aseguraban que la medida se podía llevar a cabo en cualquier momento.

La ejecución estaba programada para las 19 hora local (20 hora argentina) en un penal de Jackson, a 77 kilómetros al sudeste de Atlanta, en el estadio de Georgia. El confuso proceso contra Davis, acusado de matar a un policía blanco en 1989, motivó pedidos de clemencia de todo el mundo, incluidos los del papa Benedicto XVI, el Gobierno de Francia y organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional, que anoche festejaban como una victoria la decisión de retardar la medida.

El afroamericano está sentenciado, por supuestamente, haber matado en 1989 al policía Mark Mac Phail en la localidad de Savannah, un episodio cuyas pruebas estaban confusas. Previamente, el comité de indulto había rechazado sendos pedidos de clemencia presentados el martes y ayer, pero el último recurso de los abogados defensores lograron sobre la marcha suspender, por lo menos hasta ahora, la ejecución mediante inyección letal.

«El comité rechazó el pedido de reconsiderar su decisión del 20 de septiembre de 2011, negando la clemencia para Davis», había dicho, en las primeras horas de ayer, un escueto comunicado de la junta de cinco miembros -tres blancos y dos negros-.

Unas 200 personas estaban congregadas anoche frente a la cárcel de Jackson para protestar, lideradas por el reverendo de izquierda Al Sharpton. «Es un escándalo, no se debe ejecutar a alguien sin pruebas y basándose únicamente en la evidencia visual», dijo Sharpton, quien fuera un referente para Barack Obama. Al darse a conocer la última decisión volvió la esperanza entre los manifestantes que festejaban entre gritos y cánticos.

Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que no intervendrá: «Obama ha trabajado para asegurar eficacia y justicia en el sistema judicial criminal, especialmente en los casos de pena capital. Sin embargo, no es apropiado que el presidente de Estados Unidos se involucre en casos específicos como éste, que son de la Justicia estatal», dijo el secretario de prensa Jay Carney.

Durante toda la jornada de ayer, hubo diferentes manifestaciones para evitar la medida. Los más resonantes fueron: el diario The New York Times, mediante un editorial, el Gobierno de Francia y tres legisladores demócratas. Antes lo habían hecho el expresidente Jimmy Carter, Benedicto XVI y la actriz Susan Sarandon.

Según el último recurso de hábeas corpus de la defensa, «la evidencia no ha estado disponible para el peticionario, incluyendo las nuevas pruebas balísticas que contradicen previos testimonios del juicio. La condena del Sr. Davis y la pena de muerte se basan en pruebas falsas, engañosas e inexactas materialmente».

Durante el proceso, nueve testigos del asesinato cometido en 1989 identificaron a Davis como el autor del disparo, pero el arma del crimen jamás fue encontrada y otro tanto ocurrió con huellas digitales o de ADN. Luego, siete testigos se retractaron, pero ello no bastó para convencer a la Justicia de que conmute su sentencia al menos por cadena perpetua.

El martes, Amnistía Internacional había difundido una carta en la que Davis instó a sus seguidores a continuar la batalla contra la pena de muerte.

«La lucha por la justicia no se acaba conmigo... esta lucha es por todos los Troy Davis que vinieron antes que yo y todos los que vendrán después de mí... estoy de buen ánimo y estoy orando y en paz. Pero no voy a dejar de luchar hasta haber exhalado mi último aliento», escribió Davis en sus líneas póstumas.

Agencias AFP y ANSA, y Ámbito Financiero

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