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El G-20, Estados Unidos y las inversiones
b) Retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte sería también un error pero en este caso sin consecuencias de pérdida de poder geopolítico sino simplemente comercial y de desarrollo regional en el hemisferio norte de las Américas.
c) Retrasar la propuesta de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión.
Personalmente, creo que le será muy difícil a Estados Unidos abandonar su rol de líder mundial que ha caracterizado la política posterior a la segunda guerra mundial. Pero las indecisiones y lo que es peor aún las decisiones contradictorias del presente están dejando a los países a la deriva.
Una demostración de esto y que afecta a la Argentina ha sido por un lado admitir la exportación de limones a Estados Unidos y por otro castigar la importación de bio-diésel, en tan solo el plazo de un mes y peor aun cuando el tema había tenido con Europa una resolución favorable a la Argentina en la Organización Mundial del Comercio.
Estas tendencias proteccionistas constituyen un error que podría tener profundas consecuencias económicas y geopolíticas para Estados Unidos y para el resto del mundo. La integración y cooperación internacional es indispensable para el nuevo mundo que se avecina y que en el plano comercial no tiene fronteras. Comercio internacional es igual a desarrollo y desarrollo es igual a empleo.
No pueden medirse los beneficios de una política de libre comercio por la balanza comercial entre dos países. No es un partido de futbol donde se pierde o se gana. Por supuesto esto implica "fair trade", marcos impositivos transparentes y regímenes laborales compatibles.
Este último punto es crucial. Así como todos entendemos que no es correcto competir en base a beneficios impositivos, precios de dumping y otras violaciones a las reglas de "fair trade", también es incompatible con el comercio internacional la "flexibilización laboral" de Brasil de consecuencias futuras impredecibles para el desarrollo de su clase trabajadora y el impacto que ello traerá sobre el precio de los productos brasileños en el mercado internacional en búsqueda de una "victoria" temporal. El comercio no es un "ganar-perder" a cualquier precio.
Afortunadamente, a pesar del resultado de algunas de las elecciones en el mundo (UK y USA) la mayoría y empezando por China creen que la reducción de las barreras al comercio es buena para el desarrollo de la regiones, de los consumidores y de la economía de cada uno de sus países.
En mi opinión debemos esforzarnos por una relación más estrecha y cooperativa con China y enfrentar las preocupaciones climáticas, económicas y de seguridad globales integrados con el mundo. Para continuar creciendo y progresando se necesita de acuerdos internacionales y regionales para un comercio más libre sin exclusiones, como lo propone China regionalmente en Asia con el Belt & Road Initiative (la estrategia de desarrollo propuesta por China que se enfoca en conectar las regiones de los países del Asia entre sí y con China).
Para que estas políticas tengan éxito, la Argentina debe garantizar la sustentabilidad en el tiempo de sus regulaciones. Previsibilidad es la base de toda inversión. Sin la perdurabilidad en el tiempo de un marco de integración, el comercio y la inversión extranjera directa no se materializarán. Los tratados de integración comercial brindan el marco adecuado para el crecimiento y el pleno empleo. Esto no significa abandonar el mercado interno sino expandirlo.
Argentina en el G20 tiene la oportunidad de convertirse en un líder de la integración regional e internacional. Si ello es así, es muy probable que veamos en el corto plazo inversiones viniendo de México, Colombia, Perú y Chile en busca de esa integración regional convirtiendo a la región, el todo, en un gran mercado más atractivo que cada uno de sus países individualmente, sus partes.
(*) Chairman de la Argentine-American Chamber of Commerce en Nueva York y Socio Fundador de Alfaro-Abogados Asesores de Empresas. |
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