23 de noviembre 2018 - 00:00

Empresas festejan: habrá libre comercio entre Londres y la UE

Acordaron avanzar hacia ese objetivo, despejando los temores a una separación conflictiva. Casi la mitad de las exportaciones británicas se dirigen al bloque; preservarlas es la obsesión de la comunidad empresarial. May, fortalecida.

Divorcio civilizado. La premier británica, Theresa May, y el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Kuncker, ayer en Bruselas.
Divorcio civilizado. La premier británica, Theresa May, y el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Kuncker, ayer en Bruselas.
Bruselas y Londres - Después de haber anunciado un acuerdo de principios sobre el "brexit", que generó controversia y puso en peligro al Gobierno de Theresa May, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) alcanzaron ayer un entendimiento para avanzar hacia un tratado de libre comercio que proteja a las empresas que podrían verse afectadas por el divorcio.

Poniendo fin a 17 meses de idas y vueltas, las partes lograron cerrar un borrador sobre la declaración política que acompañará el acuerdo de separación y que "establece los parámetros para una asociación ambiciosa, amplia, profunda y flexible", según el documento de 26 páginas. Así, quedan despejados los temores a un "brexit" sin acuerdo, el escenario más lesivo para los negocios, sobre todo teniendo en cuenta que casi la mitad de las exportaciones británicas se vuelcan al mercado de Europa continental.

Anticipando este escenario, las principales compañías británicas anunciaron el martes último su respaldo a la premier conservadora.

Esta declaración, sobre sus ambiciones a nivel comercial, político y de seguridad, se acordó a "nivel de negociadores", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien añadió que corresponde ahora a los gobiernos de los países del bloque aprobarla.

Sobre el comercio, la cuestión más esperada por ambas partes, el documento prevé una "zona de libre comercio" y promete que el Reino Unido recuperará una política comercial independiente, actualmente en manos de Bruselas, en la medida que la futura relación lo permita.

"Este es el acuerdo correcto para el Reino Unido", afirmó ante los medios la acosada primera ministra británica, Theresa May, quien expresó su determinación a "llevarlo a cabo", lo que reiteró en el Parlamento.

Los mandatarios de los otros 27 países de la UE deben dar su visto bueno a este documento y al acuerdo de divorcio negociado en una cumbre prevista para el domingo en Bruselas, lo que lanzará formalmente el proceso de ratificación de cara a la salida de los británicos el 29 de marzo del año que viene.

Impulso

El anuncio sobre las bases de la relación posterior al "brexit", cuya negociación formal solo podrá empezar tras el divorcio, impulsó a la libra, que tras el anuncio pasó a subir el 1% frente al dólar.

Las partes acordaron además que el período de transición previsto entre Londres y la UE para evitar una ruptura dura y negociar a su vez la futura relación pueda extenderse dos años más, hasta finales de 2022, de común acuerdo.

May defendió el entendimiento en la Cámara de los Comunes aludiendo a otros factores cruciales. La salida, prometió, "pondrá fin de una vez y para siempre a la libertad de movimiento, a la jurisdicción de la Corte Europea sobre Londres y al envío de "vastas sumas de dinero hacia Bruselas".

A pesar de que Londres y Bruselas resolvieron en las últimas horas varios de los puntos que quedaban en suspenso, el visto bueno al acuerdo en la crucial cumbre del domingo sigue en vilo por otras cuestiones todavía abiertas, especialmente Gibraltar.

"Fui absolutamente clara en que la soberanía británica de Gibraltar se protegerá", afirmó May.

Madrid quiere poner negro sobre blanco el principio negociado entre Londres y la Comisión (órgano ejecutivo de la Unión) de que tras el brexit "ningún acuerdo entre la UE y el Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin el acuerdo" de España.

"Si esto no se resuelve de aquí al domingo, España desgraciadamente tendrá que votar no y ejercer su capacidad de veto", reiteró desde Valladolid (noroeste de España) el presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

Respecto a la pesca, los europeos quieren garantizar el acceso de su flota pesquera a las aguas británicas al término del período de transición, una cuestión que representó un catalizador del voto a favor del "brexit" en el referéndum de junio de 2016.

Agencias AFP y ANSA,


y Ámbito Financiero

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