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Espejo vs. colectora, la guerra del cuarto oscuro
2- Como contraofensiva por la cantidad de colectoras de sus rivales, el oficialismo recurrió a las listas espejo y las distribuyó -unas con el sello electoral PJ y otras con Progreso Social- en 50 distritos. Incidió otra cuestión: muchos intendentes pidieron la marca Partido Justicialista con el criterio de que los beneficia, propiedad que desató una guerra santa en San Miguel -uno de los distritos donde hay colectoras K- porque Franco La Porta tuvo ese sello y Joaquín De la Torre pujaba para arrebatárselo.
Saturación
En el fondo, el propósito es el mismo: inundar el cuarto oscuro de boletas propias para que, en el tumulto, haya múltiples ofertas de sus partidos y candidatos. Caso testigo para entender el fenómeno: en San Isidro, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín encabezan cinco listas distintas.
Allí los votantes se toparán con dos ofertas de la fórmula Kirchner-Scioli mientras que los que quieran votar a Francisco de Narváez y Felipe Solá tendrán, sobre la mesa, tres opciones diferenciadas a pesar de que una se «extravió».
El caos, sin la superabundancia de San Isidro, se repite de punta a punta del conurbano. La mecánica tiene, en esencia, dos opciones:
Lista espejo. Los mismos candidatos van por dos, o más, partidos diferentes: la lista de postulantes es calcada, pero cambia la sigla política. Ejemplo: Juana Posse, tía del intendente Gustavo Posse, es la primera candidata a concejal de los partidos San Isidro Es Distinto y de Integración y Movilidad Social (IMOS), que van adheridos a la boleta del Stolbizer y Alfonsín. Lo mismo ocurre con Santiago Cafiero, nieto del ex gobernador: encabeza la papeleta del PJ y, también, del partido del Progreso Social, ambas pegadas a la fórmula Kirchner-Scioli. De Narváez tiene, también, su versión duplicada: Pablo Chamatrópulos es candidato por el Partido Federal, que integra el frente Unión-PRO, y por Acción Ciudadana, formato vecinal que también se cuelga del dúo De Narváez-Solá.
Lista colectora. Diferentes candidatos, por partidos distintos, compiten entre sí a nivel local, pero van colgados de los mismos candidatos a diputados nacionales. Caso: además de las dos listas que encabeza Juana Posse, la boleta de Stolbizer y Alfonsín, también lleva colgada la lista de los cobistas de Consenso Federal, del ARI y de la UCR. Estos últimos, a su vez, llevan los mismos candidatos municipales. El súmmum del desquicio: son colectoras-espejo. A su vez, De Narváez tiene tres listas que «juntan» para él en la local: la de Propuesta Republicana y las dos que encabeza Chamatrópulos.
El resultado es obvio: la Junta Electoral provincial trataba, anoche, de ordenar tanto papelerío y vaticinó, en línea con los apoderados, eventuales complicaciones para el conteo de los votos el día de la elección.
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