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Estallaron en la ONU las diferencias sobre la amenaza norcoreana
Estados Unidos se volvió a declarar dispuesto a ir a la guerra, algo por lo que Pyongyang, dijo, “está suplicando”. Pero Rusia pidió desescalar el conflicto y China advirtió que “no permitirá el caos”.
En tanto, el embajador ruso, Vassily Nebenzia, pidió no tomar acciones apresuradas que empeoren la situación. "Hay una necesidad urgente de mantener la cabeza fría y abstenerse de cualquier acción que pueda escalar las tensiones", señaló Nebenzia, que añadió que la solución al conflicto no debe ser militar. Por eso, pidió a la comunidad internacional "no ceder ante las emociones y actuar con calma y equilibrio".
El embajador chino ante la ONU, Liu Jieyi, se sumó al pedido de recurrir al diálogo para resolver la crisis nuclear. "No permitiremos el caos y la guerra", aseguró.
La ONU estableció el mes pasado nuevas sanciones contra Corea del Norte, las más duras hasta hoy y que afectaban a sus exportaciones.
El embajador británico, Matthew Rycroft, consideró que si se elaboran nuevas sanciones contra Pyongyang, estas deben dirigirse contra trabajadores norcoreanos en el extranjero que envían dinero al país.
En tanto, Suiza se ofreció como mediador. A diferencia de Estados Unidos, ese país mantiene relaciones diplomáticas con Pyongyang.
Pyongyang explicó que el ensayo con el misil fue una reacción a las maniobras militares conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur. El régimen de Kim Jong-un acusa continuamente a Washington de estar preparando un ataque, algo estimulado por la retórica de Donald Trump.
Un legislador oficialista surcoreano dijo ayer que, según información de los servicios secretos, Corea del Norte podría realizar en breve un nuevo ensayo con un misil balístico intercontinental, lo que supondría otra provocación a Estados Unidos. De acuerdo con ese informe, el lanzamiento podría realizarse el 9 de septiembre -aniversario de la fundación del país- o el 10 de octubre -aniversario del gobernante Partido de los Trabajadores-.
Seúl reaccionó al ensayo nuclear norcoreano con un ejercicio con misiles de distinto alcance lanzados desde tierra y desde aviones de combate para simular un ataque a las instalaciones nucleares del noreste del país vecino.
Pero el recurso militar resulta difícil de imaginar. Aun cuando Corea del Norte sufra un ataque devastador de Estados Unidos, su capacidad de respuesta podría provocar masivos costos humanos y materiales a vecinos vulnerables como Corea del Sur y Japón.
La Cancillería de China presentó ayer una protesta formal ante la embajada norcoreana por la prueba nuclear, ese a ser el único aliado internacional de la dictadura comunista de Pyongyang. A la vez, criticó la amenaza de Trump de sancionar a los socios comerciales de Corea del Norte, del que China es el principal.
Asimismo, sugirió que podría apoyar un embargo petrolero total contra su vecino.
Agencias DPA, Reuters y AFP |
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