14 de mayo 2009 - 00:00

Evo Morales agita ruptura con Perú por polémico asilo

Evo Morales, en una ceremonia militar en La Paz. Perú dio refugio a dos ministros acusados por una matanza ocurrida en 2003, durante el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Evo Morales, en una ceremonia militar en La Paz. Perú dio refugio a dos ministros acusados por una matanza ocurrida en 2003, durante el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
La Paz - El presidente Evo Morales consideró ayer que el asilo que concedió el Gobierno de Alan García a tres ex ministros bolivianos procesados en su país por delitos de lesa humanidad «pone en alto riesgo las relaciones diplomáticas» con Perú.

«Estamos analizando seriamente el otorgamiento de refugio; estas actitudes del presidente Alan García ponen en alto riesgo las relaciones diplomáticas con el pueblo boliviano», aseveró Morales en conferencia de prensa con medios extranjeros.

El líder indígena, que en el pasado mantuvo fuertes roces con Lima, indicó que su Gobierno hará «las consultas correspondientes para ver seriamente esta provocación» hacia Bolivia.

Al ser interrogado sobre si su advertencia precede una ruptura de relaciones diplomáticas con Perú, Morales aclaró que «eso oportunamente decidiremos» y agregó que un eventual retiro de embajadores «es secundario».

Perú concedió el lunes asilo a Jorge Torres, Mirtha Quevedo y Javier Torres, ex ministros del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, quien dimitió en octubre de 2003 por la presión de una rebelión popular, que se saldó con la muerte a balazos de al menos 60 civiles y medio millar de heridos.

Sánchez de Lozada, quien se refugia en Estados Unidos, fue acusado ante la Corte Suprema de Justicia por los delitos de «masacre sangrienta» y peculado, junto a once de sus ex ministros. Los imputados deberían comparecer ante la Corte Suprema de Justicia, a partir del lunes en la ciudad de Sucre.

Perú ya había otorgado asilo al ex ministro boliviano de Hacienda, Jorge Torres Obleas, lo que había desatado fuertes críticas de Morales.

Paralelamente, el Gobierno de García le otorgó asilo al principal candidato opositor de Venezuela, el ex alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales. El dirigente está acusado de enriquecimiento ilícito por la Justicia, pero esgrime que se trata de una persecución política del presidente Hugo Chávez.

El refugio al también ex gobernador del estado de Zulia costó una nueva ruptura de las frágiles relaciones entre ambos países.

Agencias AFP y EFE

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