Uno de los aspectos más nefastos del fracaso de la política económica desde 2007 es el crecimiento de la pobreza, que de afectar al 12,5% de la población trepó al 15% (según las mediciones privadas hoy sería aún mayor), lo que significa que en estos seis años más de nueve millones de personas pasaron a engrosar los más de 40 millones cuyo sustento no cubre sus necesidades mínimas (transitamos el período de alta pobreza más persistente en 48 años). Esto explica, en parte, por qué si bien los datos del empleo del viernes parecieron ser mejores que lo esperado (6,7% de desocupados), no evitaron que el Dow cediera 0,05%, a 16.437,05 puntos. Otra parte tiene que ver con la baja calidad de los empleos creados y con que el número de personas que abandonó la búsqueda de trabajo, desapareciendo de la estadística (comentario del viernes), fue el más alto desde 1978. Como se venía rumoreando la semana pasada, buscando neutralizar el poder de Janet Yellen y reforzar la imagen propia y la de la Fed, Obama nominó a Stanley Fischer para la vicepresidencia del organismo (de las otras dos nominaciones, la de Powell sería neutra y la de Brainard le restaría poder a Yellen). Si bien el israelí es como su futura/posible jefa un neokeynesiano, su visión monetaria y su manera de actuar son diametralmente opuestas, lo que significa que la mujer deberá "someterse" a las decisiones de su posible vice o enfrentarse a este amigo de Larry Summers y el padrino de tesis de Ben Bernanke, quien posee una auténtica ascendencia académica y prestigio personal. Lo curioso es que si bien la postulación de Fischer podría explicar la debilidad general del dólar y la suba de las tasas, la asunción de JY no sirvió para entonar al mercado.
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