11 de diciembre 2017 - 20:55

Frente a una oportunidad única para cambiar la historia del país

El mandatario de origen radical elogió la actitud de diálogo permanente con el Gobierno.

Frente a una oportunidad única para cambiar la historia del país
Este fin de año nos encuentra en tránsito hacia la construcción de una economía más sana, de una sociedad con progreso social y de un Estado con instituciones más sólidas. Esta transición no se hace de un mes para el otro, ni de un año para el otro, ni siquiera es de un Gobierno para otro, pero creemos que estamos avanzando.

Encontramos un Gobierno nacional que escucha y que da concesiones, algo que no veo como una marcha atrás que lo debilita, sino todo lo contrario, que lo pone en un lugar donde los debates son de calidad. Los funcionarios son solventes técnicamente y levantan la calidad del debate y la opinión pública. Así debemos hacerlo también en todas las provincias.

El pacto fiscal, entre otros instrumentos, va en esa dirección. La Argentina tiene que hacer una reforma tributaria y laboral. Nos está costando salir de la inflación. En el corto plazo se ha optado por ir reduciendo gradualmente la circulación de moneda y tomar deuda en el exterior. Pero va a llegar un tiempo en que no le van a prestar más a la Argentina si no bajamos el déficit público.

Pero no se puede sólo bajar el déficit achicando gastos. Hay que hacerlo con solvencia. Creciendo, va a aumentar la recaudación de impuestos. Argentina no puede gastar más de lo que ingresa. Los argentinos tenemos que saber que el déficit es un problema de todos, es un problema de la sociedad en su conjunto.

Lo que ofreció el Gobierno nacional en este pacto fiscal es que ellos ponen los recursos, compensan a las provincias y nadie pierde dinero. A su vez, no llegamos a un fallo de la Corte que puede perjudicar a las provincias.

De todos modos, hay necesidad de realizar otras reformas laborales más amplias y profundas. Por ejemplo, la de concretar convenios colectivos por región y por sector, no como se está conviniendo. Hay otras reformas importantes que deben llevarse a cabo, como lo es el hecho de que todas las instituciones públicas tengan premios y castigos a la hora de las asignaciones de fondos. Hay cambios que deben realizarse en materia institucional para ir generando una cultura de progreso permanente, de esfuerzo de sus individuos, pero también de recompensas a ese esfuerzo. Esa recompensa debe darse sobre la base de méritos. No había chances de que todos esos cambios se pudieran llevar a la práctica si no se ganaban estas elecciones de medio término. Vamos en una buena dirección, aunque nos encontramos lejos de los objetivos que buscamos.

Muchos de estos cambios ya vienen implementándose en la provincia de Mendoza de forma acelerada. En el sistema educativo, en el de salud y en el de seguridad ya se ha avanzado bastante. Además, se han realizado varias modificaciones legales al sistema de administración de justicia.

Hemos trabajado arduamente para bajar los gastos corrientes. Si no se baja el gasto corriente, no se puede invertir; y si no se invierte, no se mejora la situación de los servicios. La ecuación es tan simple de explicar como difícil de lograr en un Estado que invierte casi todos sus recursos en pagar sueldos.

Hemos logrado cambiar esa tendencia que parecía imposible de quebrar que es detener el crecimiento de los gastos improductivos en el Estado, donde cada gestión sumaba agentes sin mejorar los servicios que daba al ciudadano, sino todo lo contrario. Hoy tenemos alrededor de 4.000 empleados estatales menos sin un solo despido, sólo organizando la tarea y evitando el clientelismo.

Es un primer paso trascendente que va de la mano con el impulso de una nueva lógica de negociación paritaria donde ya no sólo se discute el salario, sino también la calidad de los servicios, entre otros aspectos.

Paralelamente a esto, hemos hecho por primera vez desde el regreso a la democracia una quita de impuestos, algo que solía declamarse pero nunca se concretaba. Hemos bajado las alícuotas de numerosas actividades. Esta contribución puede parecer pequeña pero marca un rumbo, una vocación, que esperamos continuar. Apuntamos a colaborar con la reactivación económica, al tiempo de premiar el cumplimiento con incentivos.

En Mendoza creemos que es indispensable para construir esta economía sana y esta sociedad con progreso social, tener un Estado mucho más inteligente a la hora de prestar servicios y a la hora de controlar y ejercer el poder de policía que los Estados deben tener.

En 2018 planificamos continuar este rumbo, y espero que el resto de las provincias también lo hagan ya que es la única forma de sanear la economía de Argentina y poder crecer.

(*) Gobernador de Mendoza

(Frente Cambia Mendoza)

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