8 de enero 2014 - 00:00

Frío de película en EE.UU.

Las bajas temperaturas que azotan al país congelaron el lago Michigan. Hace unos años, dos películas de ficción ya anunciaban que el cambio climático generaría una caída brusca en el termómetro.
Las bajas temperaturas que azotan al país congelaron el lago Michigan. Hace unos años, dos películas de ficción ya anunciaban que el cambio climático generaría una caída brusca en el termómetro.
La realidad y la ficción se mezclaron tanto hoy en día que a veces es difícil diferenciarlas: 16 muertos, miles de vuelos cancelados, lagos congelados, cierres de escuelas y hasta de oficinas del Gobierno no son parte de una historia cinematográfica. Son las consecuencias de un frío polar extremo que golpea ahora a Estados Unidos.

Este frío infernal ya había sido anunciado en 1996 por los hermanos Joel y Ethan Coen. Tal como en la película "Fargo", que transcurre en un congeladísimo escenario en la ciudad de Fargo, en Dakota del Norte, ayer la temperatura allí llegó a los -45 grados y se pronostica una mínima histórica para hoy de -60. ¿Entonces, cuál es la realidad y cuál es la ficción? ¿Con semejante frío, que todo lo congela, se podrá ahora guardar el dinero bajo la nieve tal como crearon los hermanos Coen? Hace 18 años aquel blanco y desolado Fargo ya reflejaba el crudo invierno de hoy.

También "El día después de mañana", del director Roland Emmerich, se anticipó al frío descomunal. No hace falta hoy un científico que haga cálculos para saber que el cambio climático está generando consecuencias devastadoras para el planeta. En aquella película, las abruptas caídas de la temperatura hacían que el presidente de Estados Unidos anunciara la suspensión de todo el tráfico aéreo. En la realidad, y en los últimos días, ya se suspendieron más de 4.000 vuelos en diferentes aeropuertos del país.

Es en "El día después de mañana" donde las temperaturas extremas congelan absolutamente todo, incluso el agua de las cañerías. Hoy, en Estados Unidos, los faroles parecen esculturas de hielo; los lagos, pistas de patinaje; y los autos cubiertos de nieve, parte del paisaje.

Y además de estas imágenes de película, el frío deja historias desorbitantes: ayer, un hombre que se había fugado de la prisión de Kentucky prefirió entregarse a la Policía antes que estar a la intemperie en las calles de la ciudad, una solución para escapar así de la ola de frío polar. El fugado indicó claramente que quería entregarse debido a las temperaturas glaciares, precisando que hacía menos de 20 grados.

En tanto, el Central Park registró ayer un récord de frío en los últimos 118 años para un 7 de enero, con -15 grados.

Con semejante ola polar, y un termómetro que parece seguir cayendo en picada, sólo cabe preguntarse: ¿qué es ficción y qué es realidad?

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