10 de septiembre 2008 - 00:00

Giro: Moyano ahora intenta reabrir discusión salarial

Hugo Moyano
Hugo Moyano
Para preocupación del gobierno, el camionero Hugo Moyano, en su rol de titular de la CGT, declaró ayer abiertamente que según su visión de la realidad, «las paritarias están abiertas» y que «cualquier gremio que considere necesario podrá volver a discutir aumentos salariales si cree que están vulnerando su poder adquisitivo».

La frase fue interpretada en varios despachos ministeriales como una advertencia directa a Cristina de Kirchner sobre la posibilidad cierta de que en las próximas semanas los sindicatos que negociaron aumentos cercanos o no al 20 por ciento oficial pactado con el sindicato en febrero pasado (en realidad, los incrementos superan el 22 por ciento) den por terminados esos acuerdos y reabran las negociaciones para pedir mayores aumentos. La justificación para estos reclamos no se ampara en la realidad oficial: los gremios aseguran que la inflación se desbordó y que el incremento pactado en las paritarias está divorciado de los aumentos en los precios.

Paradójicamente, en el listado de sindicalistas que abonan la teoría de la escalada inflacionaria figuran varios de los que periódicamente adornan el Salón Blanco de la Casa de Gobierno para aplaudir los diferentes anuncios de Cristina de Kirchner. Entre ellos, el titular de los encargados de edificios, Víctor Santa María; el representante de la construcción, Gerardo Martínez; el mecánico José Rodríguez; el mercantil Armando Cavalieri, y el bancario Juan José Zanola, entre otros. Todos estos gremios tendrían el respaldo de Moyano y la CGT para la reapertura de reclamos que, si resultan favorecidos, arrastrarían al resto de los gremios.

Frente a este panorama, desde el Ministerio de Trabajo apuraron ayer la elaboración de un informe donde indirectamente se rechaza la reapertura de las paritarias, ya que, según la visión de la cartera que maneja Carlos Tomada, en la mayoría de los casos aún no se terminaron de pagar los incrementos salariales acordados. Según el informe de Trabajo, 70 por ciento de los trabajadores continúan actualizando sus salarios, ya que las paritarias de 2008 se firmaron con aumentos que se escalonaban en distintos tramos y «sobre una muestra de los 32 convenios más importantes y que abarcan a 70 por ciento de los empleados amparados, la mayoría de ellos tienen todavía que percibir las mejoras en agosto, setiembre, octubre o noviembre, según los casos». Los aumentos que resta liquidar van desde 4,5 por ciento a 15 por ciento, según lo pactado en el primer semestre de 2008.

  • Aumentos pendientes

    Entre los sectores que para Trabajo aún tienen pendientes incrementos salariales desde setiembre, figuran los químicos (15 por ciento), transporte de pasajeros (13 por ciento), carne (12 por ciento) y las entidades deportivas (11 por ciento). En este grupo también se encuentran la construcción, plásticos, comercio y el calzado.

    En otros casos, como en el conflictivo gremio de la sanidad, el Ministerio menciona que el primer aumento pactado es la suba de 10 por ciento de agosto, que se sumará a una segunda de 15 por ciento para diciembre. También explica el informe que el gremio de la alimentación acordó un pago de sumas no remunerativas para setiembre y noviembre, lo mismo que los metalúrgicos de la UOM, los bancos privados nacionales y extranjeros, el petróleo y los telefónicos.

  • Gastronómicos

    Como al pasar, el paper de Trabajo menciona el aumento de 32 por ciento que lograron los gastronómicos de Luis Barrionuevo, quien desde la central gremial alternativa Celeste y Blanca dirige la revuelta sindical en contra de las paritarias.

    Ante este panorama, el propio Tomada declaró ayer que «tanto los trabajadores como los empresarios llevan adelante con gran responsabilidad las paritarias, y cuidan su vigencia respetando los plazos establecidos». Es una manera de llamar a respetar las negociaciones por las convenciones colectivas tal cual fueron pactadas, sin que se reabran.

    Para la anécdota queda la visión oficial sostenida durante los primeros años de gestión de Néstor Kirchner, sobre cuál era la fórmula para medir los reclamos de aumentos salariales. Según esta visión, se debería tomar la inflación oficial y sumarle 5 puntos porcentuales. Si el IPC-Moreno fuera cierto, la CGT debería tomar como indicador para las paritarias de este año el 8 por ciento que proyecta el organismo intervenido por el secretario de Comercio y sumarle los 5 puntos porcentuales y deducir que los incrementos salariales para este año deberían frenarse en 13 por ciento final. Lejos de la realidad, en las paritarias que los principales sindicatos quieren reabrir, los aumentos no bajan de 22 por ciento.
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