22 de mayo 2009 - 00:00

Hay leyendas que impulsan el turismo de estancias

El afrancesado castillo que fuera el casco de la gigantesca estancia primero de los Álzaga y luego de los Guerrero.
El afrancesado castillo que fuera el casco de la gigantesca estancia primero de los Álzaga y luego de los Guerrero.
Historias, mitos, epopeyas, pasiones y tragedias, además de la espléndida belleza de muchas de ellas, ha impulsado el turismo de estancias. La conquista del desierto, la guerra al malón, la saga de los gauchos instalada por el Martín Fierro y de los reseros por Don Segundo Sombra, y el patriciado creciendo en opulencia a partir de la pampa, son parte de la mitología del campo argentino.

Hay casos realmente especiales, como el de la estancia Bella Vista, de Guerrero, que surgió cuando en 1825 don Juan Manuel de Rosas le dio tierras al sur del río Salado a Félix de Álzaga por su desempeño como jefe de regimiento. Las tierras fueron heredadas por su hijo Martín de Álzaga, quien en 1862, a los 51 años, se casó con Felicitas Guerrero, de 16, con quien tuvo un hijo, que murió de fiebre amarilla. Según se dice, esto hace que Martín muera de pena al año siguiente. A los 26 años Felicitas Guerrero, joven, viuda y estanciera, es «la mujer más bella de la Argentina», y tiene una corte de pretendientes. Uno de ellos (Enrique Ocampo), al saber que está enamorada de otro hombre (Samuel Sáenz Valiente), la mata y luego se suicida. El hecho ha provocado la leyenda urbana de que su fantasma aparece por el lugar del crimen, donde hoy está la iglesia Santa Felicitas, en el barrio de Barracas. Los padres de Felicitas heredaron todas las propiedades, que luego pasan a sus otros siete hijos. Se producen ventas y asociaciones en el reparto, reconociéndose hasta hoy, en la cuenca del Salado, a La Postrera, La Raquel (ex La Estación), La Pelada y Bella Vista.

Hoy la estancia Bella Vista es un destino tanto para el turismo rural individual, de pareja o familiar, como para reuniones corporativas y eventos sociales (se ha puesto de moda hacer en estancias los casamientos, pero también hay quienes las eligen para bautismos, cumpleaños y diversos tipos de agasajos).

En el pasado el casco de la estancia era el núcleo poblacional con la casa principal, las de servicio, las destinadas a la administración y conducción del emprendimiento, la de los peones, la matera, los galpones y depósitos, y un conjunto de lugares para albergar caballos y carruajes y faenar carne.

Hoy, atentos a la llegada de visitantes, las funciones se han reasignado: el casco principal se usa como alojamiento, así como la casa de los peones. El viejo galpón de lanas como centro de convenciones; la antigua matera como restorán de campo (mientras que en el casco se ha abierto un restorán -De las Flores- de carta internacional); la carnicería como sala de juegos; la torre del agua como spa.

En el caso del salón de convenciones, éste tiene un auditorio con capacidad para 90 personas, y conexión con dos salas anexas. En permanente transformación, y teniendo en cuenta el interés corporativo, la estancia acaba de inaugurar un nuevo salón con capacidad para grupos de 150 personas. Posee un entorno de galerías para actividades in-out y un completo equipamiento audiovisual, Wi-Fi y acondicionamiento de calefacción y refrigeración.

El establecimiento no ha abandonado sus tareas tradicionales (y es otro atractivo para los visitantes), tiene 827 hectáreas dedicadas plenamente a producción agrícola (trigo, girasol, maíz y soja con rotación de cultivos y siembra directa) y ganadera (cría e invernada de Aberdeen Angus).

Propone un abanico de actividades recreativas, deportivas y culturales, como conocer las diversas etapas de la producción agrícola ganadera, realizar cabalgatas, paseos en volanta y en bicicleta, caminatas libres o circuitos programados por el monte o el río Salado, salas de juego, tenis, fútbol y vóley, piscina exterior, solarium y pool bar en verano y actividades de pesca con provisión de equipos. Hay actividades especiales a pedido: paintball, búsqueda del tesoro, team building, etcétera. Por otra parte, la estancia tiene un área de relax con masajes programados, hidromasaje, sauna y ducha escocesa.

DATOS:

La estancia Bella Vista está en Guerrero, entre Lezama y Castelli, a 168 kilómetros de Buenos Aires por Ruta 2, más un desvío de unos 7 kilómetros siempre transitables. El trayecto habitualmente se realiza en dos horas.Tels. 4778-9599/4777-0575
www.bellavistadeguerrero.com

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