28 de enero 2022 - 00:00

Inglaterra inició ayer la nueva normalidad aunque con temores

Precaución. Aunque el Gobierno de Boris Johnson dispuso la flexibilización de las restricciones, muchos ingleses seguirán, por ejemplo, usando barbijos para evitar contagios.
Precaución. Aunque el Gobierno de Boris Johnson dispuso la flexibilización de las restricciones, muchos ingleses seguirán, por ejemplo, usando barbijos para evitar contagios.

Londres - Se acabaron mascarillas y pasaportes sanitarios. Inglaterra recuperó ayer la casi normalidad con el levantamiento de restricciones, gracias a una mejora en la pandemia que próximamente verá desaparecer también los test a los viajeros y las cuarentenas de los infectados.

“Ya es hora de tener una vida normal, han sido casi dos años”, dice Julia, una española de 28 años que trabaja en un restaurante de Londres.

Recordando que “en España tienes que llevar la mascarilla en todas partes, incluso si no hay nadie en la calle”, asegura “preferir las restricciones británicas”.

En su restaurante, cerca de la céntrica catedral de Saint Paul, un barrio principalmente de oficinas, hay más clientes desde que el Gobierno dejó la semana pasada de llamar al teletrabajo.

Pero algunos, como James Hughes, diseñador lumínico de 57 años, desconfían.

“No creo que hayamos vuelto a la normalidad, me preocupa que sigue habiendo un virus por ahí y no estoy seguro de que ahora la gente se lo tome en serio”, afirma. “Usaré la mascarilla todo el día cuando esté en un lugar” concurrido, asegura.

El porte de mascarilla dejó de ser obligatorio en lugares cerrados -nunca lo ha sido en el exterior-, pero algunos comercios pueden aconsejarlo o exigirlo, como el metro de Londres. Y queda a discreción de locales como clubes nocturnos o estadios deportivos pedir pasaportes sanitarios a la entrada.

El Gobierno anunció también ayer que las residencias de ancianos podrán recibir un número ilimitado de visitantes a partir del lunes.

Estas medidas, de las más ligeras de Europa, fueron introducidas por el Gobierno de Boris Johnson a mediados de diciembre, pese a la oposición de buena parte de sus propios diputados, buscando ganar tiempo para administrar más vacunas ante la variante ómicron, más contagiosa.

Ahora “más del 83% de los mayores de 12 años en el Reino Unido recibieron su segunda dosis y 81% de los aptos tuvieron su vacuna de refuerzo”, asegura el Ministerio de Sanidad.

Johnson anunció su levantamiento la semana pasada, entre otras decisiones destinadas a complacer a las filas más liberales de su Partido Conservador, donde numerosos diputados contemplan lanzar una moción de censura contra él por las acusaciones de vulneración de los confinamientos en los últimos dos años con numerosas fiestas en Downing Street.

La relajación llega aprovechando que “los ingresos hospitalarios se estabilizan, las infecciones por ómicron disminuyen y el número de personas en cuidados intensivos con covid-19 sigue bajando”, subrayó el Gobierno.

Uno de los países más golpeados por el covid-19, con 154.700 muertos desde el inicio de la pandemia, el Reino Unido registró el miércoles 102.292 nuevos casos entre una población de 67 millones.

Las otras tres naciones que componen el país y deciden sus propias políticas sanitarias también levantaron algunas restricciones: desde el lunes Escocia ya no limita las reuniones, Gales reabrirá hoy los clubes nocturnos e Irlanda del Norte lo hizo el miércoles aunque sigue exigiendo pasaportes sanitarios.

Pero la flexibilización no para ahí. “Este país está abierto a los negocios, abierto a los viajeros”, afirmó Johnson, deseoso de reactivar la economía y satisfacer a sectores como el transporte aéreo y el turismo, al anunciar que a partir del 11 de febrero los visitantes con pauta completa de vacunación ya no tendrán que someterse a una prueba de covid-19 a su llegada a Inglaterra.

Y, yendo más allá, la semana pasada afirmó que no prorrogará la normativa que impone una cuarentena de entre 5 y 10 días a los casos positivos. Esta expira el 24 de marzo, pero su supresión podría incluso adelantarse, afirmó.

“¡Qué maravilla, es como en los viejos tiempos! Es como si volviéramos al Londres de antes” de la pandemia, se exclamaba cerca de Saint Paul Elizabeth Hynes, una jubilada de 71 años, que afirma haber visto a mucha gente infectada últimamente a su alrededor, pero sin síntomas graves.

Sin embargo, los científicos advirtieron de la posibilidad de futuras mutaciones más virulentas.

“A medida que aprendemos a vivir con el covid debemos mantenernos alertas”, afirmó el ministro de Sanidad, Sajid Javid, llamando a vacunarse a quien aún no lo haya hecho.

Agencia AFP

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