Jaime: empresario no sólo garante, además pagaba

La empresa de transporte TEBA pagó la renta durante dos años

Ricardo Jaime

La empresa de transporte TEBA quedó ayer más complicada en la causa en la que se investiga a Ricardo Jaime por presunto enriquecimiento ilícito, ya que sus directivos no sólo fueron garantes de varios contratos del alquiler que firmó el ex secretario de Transporte con la empresa Frans Bell -perteneciente a los hermanos Redondo-, sino que también pagaron la renta entre 2007 y 2009 del departamento de avenida Del Libertador, en el que actualmente reside.

El dato se confirmó ayer con varios recibos que aportó al juzgado Leonardo Redondo, presidente de Frans Bell y hermano del ex futbolista Fernando Redondo. Las facturas están a nombre del ejecutivo de TEBA Alfredo Pielach, quien entre 2007 y 2009 pagó un alquiler de $ 3.100 por el piso 12 de Libertador 654. Redondo, sin embargo, no presentó el contrato de alquiler y explicó a los investigadores del caso que no lo encontraba.

Ese contrato es importante porque es el único período en el que Jaime no alquiló el departamento, si bien los pesquisas encontraron facturas de esos años a su nombre, cuando el departamento fue allanado en marzo pasado.

Esta prueba fortalece la hipótesis sobre supuestas dádivas entre el ex secretario de Transporte y TEBA, empresa que explota la terminal de Retiro y a la que Jaime debía controlar desde su cartera.

Redondo presentó, además, todos los contratos de alquiler firmados con Jaime: el primero corresponde al departamento de Cerrito al 1500, está a nombre de la mujer de Jaime, Silvia Reyss, y abarca el período 2003-2005; el segundo se refiere a la misma propiedad, pero entre 2005-2007, y está a nombre del ex funcionario; y el tercero es de 2009, pertenece al piso de Libertador y también está a nombre de él.

En los dos primeros casos, el ex vicepresidente de TEBA Edgardo Preiti fue el garante, mientras en el último caso el fiador fue Gabriel Akerman, también directivo de la empresa. Él fue quien declaró ante el juez Norberto Oyarbide y el fiscal Carlos Rívolo que había sido garante de Jaime sin conocerlo y que había sido parte de un supuesto arreglo entre Preiti y la empresa para que dejara su cargo.

El presidente de Frans Bell también presentó los talones de los cheques con los que Jaime pagaba el alquiler, si bien la mayoría de las veces lo hacía en efectivo. Son menos de diez cheques, algunos de ellos a nombre de empresas que todavía no se conocen. Los investigadores del caso van a seguir los números de cuenta para precisar estos datos, mientras definen si el caso queda radicado en el juzgado, es enviado por conexidad al juez Claudio Bonadío -que ya procesó a Jaime por dádivas-, o se sortea para que lo analice otro magistrado.