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Periodista: ¿Fue un Waterloo la audiencia con los fondos buitre en Nueva York?
José Tasa: Si quiere, para simplificar utilicemos el término buitres, pero la realidad es que entre los demandantes hay inversores comunes. Tras esta aclaración, le digo que antes de la audiencia ya se sabía que estábamos ante una batalla perdida. La única duda era la cantidad de bajas. Y las bajas fueron altas. Rozan al Bank of New York Mellon. Sorprende ver las declaraciones tras la audiencia del ministro Lorenzino.
P.: ¿Hay un plan en el caso de que se bloqueen los pagos de los bonos en Nueva York?
J.T.: Sé positivamente que Lorenzino junto a Cosentino (el secretario de Finanzas) estuvieron viendo diferentes alternativas, incluso un nuevo canje de la deuda.
P.: ¿Cómo?
J.T.: Sí. La idea era lanzar un canje veloz, efectuado en la plaza local, de manera tal que se cambien los papeles con legislación Nueva York y cuyo pago puede ser trabado por la Justicia norteamericana. Creo de todas maneras que Griesa y la Cámara de Apelaciones pueden frenar también ese canje. No se olvide que pueden prohibir a las agencias de clearing transferir bonos. También pueden sancionar a los bancos que colaboren en ese proceso. Griesa ya lo anticipó en su momento. Y lo van a hacer.
P.: ¿Y si eso no sale?
J.T.: Sé positivamente también que en diciembre, cuando el país estuvo a pocos días del default técnico, estaba dada la orden para el pago de los bonos en otra sede que no era Nueva York. La intención del Gobierno es siempre mostrar que se paga; nunca a los fondos buitre, pero siempre pagar. Si se cambia el domicilio de liquidación no es inconveniente para el Gobierno en cuanto a lo discursivo. Nosotros pagamos la deuda, dirán, en parte, con razón. Pero habrá que ver cómo lo hacen y si permiten también girar dólares al exterior. Pero no hay que adelantarse tanto. Hay que ver primero los alcances de las medidas en Estados Unidos.
P.: El que quedó en una situación complicada es Francisco Eggers, el director de Crédito Público de Lorenzino que firmó en noviembre una declaración jurada a Griesa dando certeza de que la Argentina no modificará el mecanismo de pagos de los bonos.
J.T.: Atención que lo que nadie sabe es que hubo una picardía, una viveza criolla, en esa declaración. Aseveraba algo así como que la Argentina cumplirá con los pagos pero agregaba que ello será siempre mientras dure el stay (la medida de no innovar) de Griesa. Y eso ya se levantó.
P.: ¿Qué hay que hacer con la plata ahora?
J.T.: Creo que va a haber más ruido. Los bonos legislación Nueva York tendrán mayores castigos; los locales como el Boden, menos. Es obvio. Pero nadie verá con agrado por ahora posicionarse en papeles domésticos. La Bolsa lo irá sufriendo, pero con el correr de los días. La economía con o sin default técnico no es la misma. No es gratis.
P.: ¿Y el dólar?
J.T.: También sentirá el impacto. Ya venían cayendo los depósitos en los bancos hechos en dólares. En definitiva, la sentencia a favor de los buitres es un ruido adicional que reciben los ahorristas en el medio de una discoteca. Pero estamos en una disco. Mantenerse en pesos con tasas del 12% anual es uno de los peores negocios.
Antes de partir, Tasa brinda el último dato: el enojo mayor en Estados Unidos no pasa por los bonistas, ni por el FMI, ni por el CIADI. Pasa por el acuerdo con Irán.
@guillermolabord
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