23 de septiembre 2009 - 00:00

“La situación fiscal provincial se divorcia de la nacional”

Rogelio Frigerio (n).
Rogelio Frigerio (n).
«Las provincias están condenadas al déficit fiscal si no se revierten estructuralmente las condiciones actuales del federalismo fiscal». El vaticinio pertenece al titular de la consultora Economía & Regiones, Rogelio Frigerio (n), quien enfatiza además que «la situación fiscal de las provincias se divorcia cada vez más de la del Gobierno nacional y del nivel de actividad».

«Nunca hubo una política específica para las provincias», advierte también, respecto de la gestión de Cristina de Kirchner.

Periodista: ¿Qué opina de la gestión de Cristina de Kirchner en relación con las provincias? ¿Cree que las desatendió?

Rogelio Frigerio: Nunca hubo una política específica para las provincias. Creo que el federalismo se ha venido deteriorando en estos últimos años. Lo que hay que tener claro es que los problemas del federalismo fiscal no afectan a las provincias desde lo institucional o a los gobernadores, sino que tienen un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos. Las provincias son responsables de brindar los bienes y servicios más sensibles para la población, como salud, educación, seguridad y justicia.

P.: ¿Cómo evalúa la decisión de la Presidente de incluir en el Presupuesto 2010 la autorización al Ministerio de Economía para refinanciar la deuda de las provincias?

R.F.: Es un artículo que se ha presentado en otras oportunidades también. Se habló en principio de 15 mil millones de pesos, que es un monto bastante marginal en relación con la deuda de las provincias por cerca de 100 mil millones (y con el Gobierno nacional por más de 70 mil millones). Una reprogramación por ese monto no parecería ser una solución.

P.: ¿Bajo qué condiciones debería concretarse esa reestructuración para que sea beneficiosa para las provincias?

R.F.: Debe haber una reestructuración integral. Darle previsibilidad al frente financiero de las provincias ya es un avance. Independizar a las provincias de las negociaciones anuales que tienen que hacer con el Gobierno nacional en el marco del Programa de Asistencia Financiera es un paso importante. Además, la reestructuración debería darles oxígeno a las cuentas públicas provinciales con una prolongación en los plazos de la amortización del capital y una baja significativa en el costo financiero.

P.: ¿Cuál es, a su criterio, el camino para salir de ese atolladero en el que se encuentran muchas provincias?

R.F.: Las provincias están condenadas al déficit fiscal si no se revierten estructuralmente las condiciones actuales del federalismo fiscal. Hoy participan del 30% del total de la torta de recursos federales y tienen responsabilidad en el gasto primario social en más del 50%. Son deficiencias estructurales de nuestro sistema. La situación fiscal de las provincias se divorcia cada vez más de la situación fiscal del Gobierno nacional y del nivel de actividad, es decir que las provincias tienden al déficit fiscal independientemente de que la situación fiscal sea buena o la economía crezca.

P.: ¿Qué medidas propone entonces?

R.F.: Rediscutir el federalismo en su conjunto. Pero plantear un nuevo esquema de coparticipación es muy difícil y se vino utilizando como excusa para deteriorar cada vez más al federalismo, en detrimento de las provincias. Hay que plantear reformas al margen de la Ley de Coparticipación, como la coparticipación del impuesto al cheque (que no se coparticipa en su totalidad por una asignación específica al Gobierno nacional, en el marco de la emergencia económica). También hay que reducir el financiamiento del sistema de seguridad social: hoy se da la paradoja de que las provincias financian a la ANSES (con superávit) para que después la ANSES les preste a las provincias para obras de infraestructura.

P.: ¿Es positivo suspender algunos artículos de la Ley de Responsabilidad Fiscal para destrabar endeudamiento con el objetivo de pagar gastos corrientes? ¿No entraña riesgos?

R.F.: Esa ley ya dejó de ser operativa; todos los años se fue acomodando a las distintas situaciones por las que fueron atravesando las provincias. Que se permita una reforma a la ley para que las provincias puedan endeudarse para financiar gastos corrientes conlleva el riesgo de que eso sea visto como una concesión por parte del Gobierno nacional, cuando aún resta por verse si la mayoría de las jurisdicciones tiene acceso al mercado voluntario de deuda. No se sabe aún si Nación tiene acceso, así que para las provincias eso es una incógnita.

P.: ¿Cómo cerrarán las finanzas de las provincias este año?

R.F.: Estimamos un déficit financiero superior a los $ 9 mil millones, que va a más que duplicar el déficit del año pasado debido a una caída en los recursos. Así como a partir de 2005 el deterioro del frente fiscal subnacional estuvo vinculado con una velocidad del crecimiento de los gastos superior a la de los recursos, producto de las recomposiciones salariales, hoy se ve que el déficit está más vinculado con la caída de los ingresos que con la expansión de las erogaciones. Y dentro de los ingresos, los que más caen son los nacionales.

P.: ¿Cuándo cree que comenzará a menguar el impacto de la crisis financiera mundial sobre las provincias en esta materia?

R.F.: No creo que la crisis financiera global haya impactado en el nivel de actividad más que los problemas autóctonos de las inconsistencias del modelo. La salida de capitales, los mercados de financiamiento cerrados y la inflación tuvieron más impacto en el nivel de actividad que la crisis global.

P.: ¿Están dadas las condiciones para el retorno de las cuasimonedas?

R.F.: Es la última opción que evalúan los gobernadores ante la imposibilidad de abonar compromisos salariales. No creo que estemos enfrentando en el corto plazo esa posibilidad porque la convivencia en el territorio de distintos signos monetarios afecta directamente las políticas nacionales, y no creo que el Gobierno nacional se mantenga al margen de este problema.

Entrevista de Silvina Kristal

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