Un referendo sobre el autogobierno en el este de Ucrania convocado por separatistas prorrusos (ver páginas 20 y 21) ha remarcado la amenaza de una guerra civil en el país, en un conflicto que podría afectar la confianza y el comercio entre Rusia y el resto de Europa. La crisis está teniendo un impacto dramático en la ya frágil economía rusa, opacando las esperanzas de que 2014 sea un año de recuperación y colocando al país en camino a la recesión en la medida en que los inversores se apresuran a retirar dinero de la zona. Aunque sanciones de la Unión Europea han sido mayormente simbólicas hasta ahora, la amenaza de penalidades más duras de Estados Unidos o de Europa contra los bancos o industrias de Rusia está asustando a los inversores.
En tanto, China, que es el motor de la economía global, se está desacelerando. Mañana, datos de producción fabril y ventas minoristas de China podrían mostrar un panorama estable tras una reciente mejoría de las exportaciones. En tanto, el Gobierno ha acelerado la construcción de vías férreas y de viviendas asequibles, al tiempo que ha reducido los impuestos para pequeñas empresas.
En Europa, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho que el banco está listo para actuar en junio si persiste la baja inflación sobre los precios. Los inversores están apostando a que el BCE reducirá el costo del crédito. Algunos también esperan el lanzamiento de un programa de alivio cuantitativo o de impresión de dinero para comprar más activos, como bonos.
En Gran Bretaña, la economía también ha repuntado en parte gracias a la inyección de dinero del banco central, así como a tasas de interés en mínimos históricos. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, presentará nuevos pronósticos económicos el miércoles, cuando intentará explicar por qué no está apresurado para comenzar a retirar los estímulos para una economía que está creciendo enérgicamente.
Agencia Reuters |
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