4 de mayo 2017 - 22:34

Los inversores externos ya preguntan por el 23-O

Susana Malcorra
Susana Malcorra
El reciente raid del presidente Macri por EE.UU. y en particular su visita a la Casa Blanca, le permitió consolidar la buena predisposición hacia el país de analistas e inversores internacionales, y potenciar las chances de que sigan apostando a los activos argentinos. Sin embargo, según relatan desde la capital norteamericana ahora el principal interrogante que plantean referentes del mercado financiero es qué pasará el 23-O, o sea el día después de las próximas las elecciones legislativas. Ya que si bien reina cierta contemplación hacia el Gobierno argentino en pos de colaborar con la transición, que ya se insumió 18 meses, los fondos de inversión comienzan a preguntar sobre la viabilidad del modelo económico que gestiona Macri. No hay duda que existe un alto nivel de confianza externa en que Argentina retome la senda del crecimiento y del desarrollo sostenido. Pero los inversores advierten que su optimismo es moderado. Ello no implica que, a pesar del año electoral, no sigan participando de las futuras colocaciones de deuda pública (nacional y provincial), sobre todo, al comparar los atractivos rendimientos que ofrecen los bonos argentinos (aunque en la curva media ya han reducido mucho los spreads). Claro que, a la hora de evaluar inversiones en "equity", es decir, en activos no financieros (como empresas o nuevos proyectos) la sensación térmica parece imponer un toque de espera en dichas decisiones. Pese a la buena predisposición de los mercados nadie descuenta un aumento sustancial de la "ansiada" IED (Inversión Externa Directa), por lo menos hasta que se despejen ciertas dudas. Una de ellas es si el crecimiento es sostenible con la receta económica que aplica el Gobierno. Saben que en un año electoral el fisco se relaja para alentar el consumo. Pero entienden que, a diferencia de la experiencia kirchnerista, ahora una inflación en baja no alienta tanto el mayor consumo, y su impulso es más moderado, máxime con las tasas de interés reales vigentes. Por ello esperan más señales de crecimiento. Saben también que un déficit fiscal creciente no es sostenible en el tiempo. Y no hay muchos fanáticos de extender un cheque en blanco para financiar el proyectado rojo fiscal, que hoy en su conjunto supera el 7/8% del PBI. Por ello cuestionan hasta cuándo seguirán disociadas la política monetaria y la fiscal.

En este contexto los inversores ya no consultan tanto por el resultado de las elecciones de octubre, que poco pueden cambiar la conformación de fuerzas en el Congreso. Van más allá. Esperan ver el tenor de las señales de apoyo al Gobierno, o sea si la población está a favor del cambio. Están mirando a los jóvenes políticos que trabajan o colaboran en alguna iniciativa con el Gobierno de Cambiemos. Porque para que llegue la lluvia de inversiones quieren saber quiénes son los políticos o aliados del Gobierno que pueden continuar está línea en el largo plazo. En síntesis, si se sentirán cómodos con estos políticos. Ahora no solo interrogan por la provincia de Buenos Aires (María Eugenia Vidal es la más monitoreada) sino que también lo hacen sobre emisiones de deuda de estados desconocidos (a pesar que las hayan comprado) como Tierra del Fuego; en ese sentido consultan sobre quiénes gestionan esas administraciones. Lo que se percibe es un cauto optimismo. No hay euforia.

Por lo pronto, y haciendo buena letra, durante el encuentro en la Casa Blanca, la canciller Susana Malcorra le acercó al secretario de Estado, Rex Tillerson, la "short list" de los candidatos a ocupar la vacante embajada argentina en Washington. Según confió un participante al encuentro, con esto se buscó tener el visto bueno del Departamento de Estado sobre la terna propuesta y si fuera posible acelerar el nombramiento del embajador en Buenos Aires. Pero esto parece casi imposible dado que hay un compás de espera en el Gobierno de Trump porque faltan cubrir cargos vinculados. Primero quieren tener las segundas líneas y a los representantes en las principales regiones. Luego, ahí la prioridad será Argentina en 2018.

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