22 de abril 2016 - 00:00

Master class de actuación de la exquisita Susana Pampín

La entrega de Susana Pampín, una intérprete de gran inteligencia y atrevimiento, es gozosa y amable y el texto que la respalda (escrito y dirigido por la joven directora Bárbara Molinari) tiene belleza y sentido del humor.
La entrega de Susana Pampín, una intérprete de gran inteligencia y atrevimiento, es gozosa y amable y el texto que la respalda (escrito y dirigido por la joven directora Bárbara Molinari) tiene belleza y sentido del humor.
"Actriz". Dramaturgia: B. Molinari. Int.: S. Pampín. Vest.: G. González. Ilum.: F. Balcells. (Espacio Polonia, Fitz Roy 1477.)

Muy pocos espectáculos alcanzan el nivel de intimidad y sinceramiento de "Actriz", obra que deja entrever los riesgos, alegrías y dificultades del oficio actoral sin develar sus enigmas ni opacar su magia.

Actuar implica preguntarse sobre la propia identidad y sobre el sentido de la existencia, entre otras cuestiones no menos angustiantes. Y aquí hay muchas cavilaciones, pero no dilemas trágicos, ni torturantes enredos filosóficos, sino puro juego teatral.

Susana Pampín, una intérprete de gran inteligencia y atrevimiento, está lejos de ser un Hamlet con faldas. Su entrega es gozosa y amable y el texto que la respalda (escrito y dirigido por la joven directora Bárbara Molinari) celebra la vida y sus misterios con belleza y sentido del humor. Está basado en dos libros de Liv Ullmann ("Senderos" y "Alternativas"), donde la gran intérprete noruega habló de sus orígenes, de su experiencia en cine y teatro, de sus tareas humanitarias por el mundo y de su entrañable relación con el director sueco Ingmar Bergman, con quien tuvo una hija y trabajó en repetidas ocasiones.

Pampín recibe al público sin máscaras, relajando su voz y su cuerpo antes de entrar a escena, para luego anunciar con toda frescura que evocará la vida y la trayectoria de Ullmann, le prestará su voz y por momentos se convertirá en ella (cosa que logra con notable convicción).

"Actriz" podría parecer un "biodrama", una atípica clase de teatro o a una conferencia performática; pero es más que eso. Su estructura es más compleja de lo que aparenta y describe una suerte de espiral en el que se funden, enfrentan y superponen espacios y cronologías, experiencias y teorías, realidades y ficciones.

Mientras Pampín narra y cavila, interpela al público y aporta datos de su propia vida, a la vez va tejiendo distintas capas de actuación con delicadeza de orfebre. Entre otras escenas encarna a Ullmann interpretando a Nora, la heroína de "Casa de muñecas".

No importa dilucidar quién dijo tal o cual cosa, sobre todo cuando los contenidos que circulan rezuman tanta humanidad.

Pampín no será una actriz famosa, pero sus actuaciones nunca pasan inadvertidas, aun en papeles secundarios de cine y televisión. El teatro es su fuerte y a partir de junio también se la podrá ver en "Tarascones", comedia en verso de Gonzalo Demaría que protagonizará en el Teatro Cervantes junto con otras tres actrices "de armas tomar" (Paola Barrientos, Alejandra Flechner y Eugenia Guerty), bajo la dirección de Ciro Zorzoli.

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