13 de septiembre 2010 - 00:00

Mercado atento a las embestidas a empresas

Terminó una semana que se caracterizó por las indefiniciones y comienza otra cargada de nuevas dudas. Los inversores mantuvieron sus posiciones en bonos porque no se animaron a tomar decisiones; les faltan datos. En la Argentina, los conflictos con las empresas desalentaron la compra de títulos de la deuda. Los cupones PBI fueron los más afectados de la semana que pasó, pero el último día tuvieron recuperaciones. Ésta es la señal más clara de que el mercado no tiene tendencia.

Además, la suba de los papeles de la deuda en moneda local que indexan por el CER parece estar agotada porque la renta ya no satisface a los inversores. Hoy prefieren apostar a activos más seguros, como los Bocan 14 y 15, que pagan tasas Badlar y tienen rendimientos que se acercan al 20%. Estos títulos que se emitieron para canjear préstamos garantizados y papeles cortos en pesos estuvieron entre los que más negocios acumularon la semana pasada.

El ancla para que no haya una venta masiva de títulos de la deuda, otra vez fue el dólar. El Banco Central compró la semana pasada u$s 300 millones para mantenerlo bajo control. Se limitó en las intervenciones para no tener que emitir más pesos. Las reservas están en u$s 50.788 millones. La divisa tiende a caer cuando la autoridad monetaria no sale a comprar.

En el mercado marginal es donde más se nota esta falta de demanda. Allí el «blue» vale $ 3,99. Hay que poner atención en el dólar «contado con liquidación», que está en $ 3,9750 y comenzó a tener leves subas en los últimos días a pesar de que bajaron los precios de los bonos. Este dólar se utiliza para fugar divisas triangulando títulos, pesos y dólares. Cuando el «contado con liqui», como se lo llama en la jerga, sube es que hay fuga de dólares.

Lo que suceda con los bonos esta semana va atado a las próximas acciones de Hugo Moyano. Si el camionero vuelve a bloquear las plantas de Siderar generará trastornos en la industria automotriz y de la construcción. Los cupones PBI, obvio, serán las primeras víctimas porque son dos de los sectores que más aportan al crecimiento de la economía. Tampoco ayuda al mercado la intención de presentar un proyecto de ley sobre el reparto de utilidades de las empresas con los trabajadores.

La inseguridad jurídica parece creciente y eso se refleja en las tasas de renta del Global 2017, el bono recientemente emitido por la Argentina en la reapertura del canje de la deuda. Esta tasa está en el 10,50% anual y es la que debería pagar el país si quiere tomar crédito en el exterior.

Todo lo que sucede es un contrasentido, mientras los anuncios oficiales son de buscar dinero en el mercado de capitales internacional para refinanciar la deuda, los pasos que se dan son en el sentido opuesto. Por eso al no tener crédito del exterior debe acudir a las reservas o al adelanto de utilidades del Banco Central, que genera emisión monetaria y más inflación. Entonces se ancla el dólar para no acelerar la suba de precios. El atraso cambiario es el costo. A su vez, los bonos se muestran más atractivos por la inmovilidad de la divisa. Un círculo poco virtuoso.

Esta situación ha hecho que los títulos cortos en dólares fueran los de mejor comportamiento. El Boden 2012 y el Bonar V fueron los menos afectados, pero no lucieron como refugio. Los bonos de mediano plazo como el Boden 2015 y el Global 2017 perdieron valor porque los inversores no quieren tomar riesgos ante tantas dudas. El Boden 2015 rinde ahora el 11,25%.

Hoy los mercados volverán a funcionar a pleno. El mundo tiene asumido que el crecimiento será muy lento. Las Bolsas del planeta se adecuaron a esa realidad y lograron leves subas en los últimos días.

En la Argentina, los inversores siguen aguardando señales que aclaren la confusión. Lo que se vio el viernes fue una toma de posiciones para esta semana. Nadie está aferrado a los bonos y cupones.

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