Lanzado ya el paquete de ajuste fiscal de 5 puntos del PBI, el ministro de Economía, Luis Caputo, tiene un duro escenario durante los próximos seis meses con fuertes vencimientos tanto en pesos como en dólares. El mercado ahora va a estar atento a la política. La primera impresión fue positiva y las cotizaciones reaccionaron bien. La clave en las próximas semanas, sostienen, estará en que el presidente Javier Milei demuestre que puede hacer que el Congreso apruebe su paquete de leyes y ver si logra volver a los mercados voluntarios más adelante.
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Mercado mide a Milei y su margen político
Tras un buen recibimiento inicial del paquete anunciado, ahora los operadores esperarán a que las leyes pasen por el Congreso y que para junio se puedan unificar los tipos de cambio.
Los operadores ven que hay una saludable intención del Gobierno de tratar de poner en caja nuevamente los números del Estado, lo que marca un cambio de ánimo respecto de la anterior administración de Alberto Fernández. El problema está en saber si el nuevo Gobierno tiene la capacidad política para ejecutar lo que promete.
Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, planteó, con cierta cautela, que “mientras no pasen las leyes por el Congreso con este paquete en sí mismo no pasará nada”. Para Caamaño, la intención de Caputo es tratar de ir asegurando el plano fiscal para ganar tiempo y recuperar el balance del Banco Central. En ese sentido advirtió que “para final del primer semestre tienen que tener lanzado un plan de estabilización que implique la unificación del tipo de cambio”. El economista no descartó que Caputo trate de volver a emitir en los mercados voluntarios, aunque cree que eso todavía está muy lejos a pesar de que el riesgo-país ha venido cayendo fuerte en las últimas semanas.
Portfolio Personal Inversiones (PPI) advierte que “los meses del verano (hasta la cosecha gruesa) serán desafiantes y el mercado seguirá al detalle la ejecución del plan en los números fiscales”. “El anuncio dejó una buena sensación, por lo que esperamos una reacción positiva sobre el riesgo-país, y, por lo tanto, sobre los activos argentinos”, dice la sociedad de Bolsa. También se destaca que “asumiendo que la política permite la ejecución fiscal, este plan de estabilización es un puntapié inicial para una unificación más ordenada en unos meses”. PPI considera que, si el paquete marcha bien, el mercado asumirá que la deuda hard dólar tendrá mayores chances de repago en 2024 y 2025.
Un punto a tener en cuenta es que desde el 13 de noviembre el riesgo-país pasó de los 2.500 puntos básicos a los 1.815. El equipo económico va a hacer un ajuste mucho más alto del que le exigiría el Fondo Monetario Internacional (FMI), que sería de solo 3 puntos del PBI. Algunos especulan con que esa “sobreactuación” busca dar señales a los mercados contundentes para marcar una caída más importante del riesgo. Debería bajar unos 1.000 puntos más para volver a emitir.
Desde el punto de vista de los compromisos en dólares, el Gobierno tiene hasta junio, u$s3.700 millones con el FMI, u$s1.500 millones con bonistas privados y u$s1.000 millones con organismos. Y además Caputo entiende que necesitará conseguir dólares prestados para mejorar las reservas del Banco Central. En ese sentido, el titular del Palacio de Hacienda se reunió con el embajador Marc Stanley, el representante del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Pyle, y el miembro de la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos, Michael Kaplan para empezar a sentar las bases de un nuevo acuerdo con el FMI. Se va a pedir un waiver por los incumplimientos de 2023. Se buscarán destrabar u$s3.300 millones de la séptima revisión y otros u$s1.100 millones de marzo de 2024, de la octava y última revisión del acuerdo firmado por Martín Guzmán. No se descarta que, de llegar a un buen resultado, que se unan los dos desembolsos y el año que viene podrían llegar u$s4.400 millones todos juntos para después de marzo.
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