"Todos sabemos que el progreso de nuestro país depende más que nunca de los avances de Europa y de superar de forma duradera la crisis de deuda soberana en serio", dirá la mandataria en un extracto del tradicional discurso de la víspera de Año Nuevo que pronunciará hoy por la tarde.
Alemania, el mayor contribuyente de la Unión Europea, ha estado en el centro de la crisis de la zona euro. La economía más grande del bloque ha disfrutado de un crecimiento sostenido y una tendencia a la baja en el desempleo, en fuerte contraste con algunos socios europeos.
No obstante, muchos alemanes desconfían de la entrega de apoyo financiero a otros países. En un principio, en el Gobierno de Merkel también había reservas respecto de asistir a otras naciones, lo que según analistas exacerbó la crisis.
La canciller teutona, recientemente reelecta para un tercer mandato, afirmará en su discurso que Alemania tuvo que trabajar mucho para mantener su propia fortaleza económica. Dirá que sus principales objetivos son las mejoras en el equilibrio presupuestario del país y concretar una transición exitosa desde la dependencia en combustibles nucleares y fósiles hacia el uso de energías más renovables.
Alemania se ha esforzado por reducir sus déficits presupuestarios durante la última década, apuntando a presupuestos equilibrados entre 2013 y 2015 y un superávit del 0,5% del Producto Interno en 2016 y 2017. Su nueva coalición también ha fijado una ambiciosa meta de elevar a más del doble el uso de fuentes de energía renovables en el país, desde el 20% actual a un 40% en 2025.
| Agencia Reuters |
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