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Meteorismo: el pasto en exceso puede ser letal
El meteorismo espumoso, conocido como empaste, es una alteración digestiva producida por la dilatación del rumen a consecuencia del exceso de gases fermentativos, producto del consumo abundante de pasturas leguminosas, como alfalfas y trébol blanco en el ingreso al otoño o en la salida del invierno, comienzos y mediados de la primavera.
Esta época del año coincide con las fechas en que se inicia la temporada de crecimiento de las leguminosas. "Esto tiene que ver con que el desarrollo de la planta es menor, pero es mayor la acumulación de tejidos de sostén de las leguminosas. Sus paredes aportan menos materia en la parte inicial de ese período, donde la relación hoja - tallo es mucho más alta; por eso aumenta el riesgo de empaste de los animales", detalló Patricio Davies, del INTA de General Villegas, Buenos Aires, en diálogo con Ámbito del Campo.
Responsables del problema
Los componentes de las hojas (muy tiernas en esta época del año) de las plantas son los principales responsables del problema. "Cuanto es mayor la proporción de las hojas, el riesgo de empaste aumenta", amplió el profesional.
Alguna de las señales que el productor debe tener en cuenta es evaluar el estado del forraje. "Si las plantas presentan una alta proporción de hojas, de aspecto muy tierno como si fuera una lechuga, hay que tener el ojo muy abierto. El primer síntoma que aparece es la hinchazón del lado izquierdo, donde se encuentra el vacío. Esto indica que el rumen comienza a distenderse y a acumular gas. Éste es el momento en que se debe poner toda la atención en los animales para prevenir problemas graves", aseguró.
Una de las consecuencias más inmediatas que puede generar el empaste, si no se aplican medidas a tiempo, es la muerte del animal, porque al inflamarse el rumen empuja el diafragma, los pulmones y el corazón "hasta producir en el animal un cuadro de meteorismo agudo y morir por asfixia en media hora", alertó Davies.
A la hora de los consejos, el profesional recomendó, en primer lugar recorrer los potreros y si se detectan animales con hinchazón por empaste retirarlos de ese lote, "en particular aquellos que presenten un mayor estado de empaste o meteorismo, y tratar de no sacar a toda la tropa, aunque a veces es posible, y suministrarles algún producto tensiactivo (antiespumante) para que empiecen a liberar los gases", recomendó.
Medicación
Al respecto sugirió también aplicar este tipo de producto en el agua o entregárselo en la ración o bien rociar las parcelas antes de trasladar a los animales a pastorear para que al comenzar el proceso digestivo disuelva la espuma que es la que retiene el gas que los afecta. "Algunos productores hacen caminar a los animales, eso es bueno, pero depende del estado en que se encuentre el vacuno, porque si está muy timpanizado o meteorizado no conviene moverlo mucho y tomar alguna medida directa para que comience a eliminar el gas. Si no queda otro recurso, entonces sí pincharlo en el vacío, pero esto requiere un cuidado veterinario permanente, porque esa herida es la puerta de entrada para diversas infecciones", aconsejó el profesional.
La prevención también es importante. Por ese motivo es necesario tener una planificación para el manejo de los animales respecto del tipo de pastoreo y de la periodicidad para bajar el nivel de riesgo. Los establecimientos tienen armado un esquema para los sistemas de pastoreo donde se hace pastar a los animales de manera moderada y, con mayor frecuencia, en una misma parcela. A la vez esto permite mantener una mayor calidad del forraje.
En ese sentido, los veterinarios recomiendan evitar los riesgos inherentes a la pastura y al medio ambiente; por ejemplo, un alto nivel de rocío sobre el pasto aumenta el nivel de riesgo, entonces en vez de llevar a los animales a franjas nuevas en las primeras horas de la mañana, se debe hacerlo una vez que el rocío se oreó.
Para prevenir el efecto de las heladas, además, se recomienda adoptar una actitud similar a la de la salida del invierno. En ese momento las alfalfas comienzan a tirar por el cambio de temperatura, inclusive sufrir una helada, o estar cubiertas de rocío, como puede ocurrir en esta época del año, que quema las alfalfas con lo que aumenta el riesgo porque "esta leguminosa produce el efecto del diente; la hoja es más frágil y el animal la digiere mejor porque los microorganismos alojados en el rumen tienen más facilidades para atacarla", amplió el profesional.
Para evitar estos inconvenientes es recomendable realizar el cambio de franja a pastorear después de la media mañana porque las alfalfas ya están oreadas. Como los cambios se hacen a media mañana o al mediodía, la vigilancia se interrumpe. "Recomendamos hacer la rotación de los animales después del almuerzo, porque así tenemos mayor tiempo para vigilar a la tropa y ver cómo se desempeña", sugirió Davies.
La edad del animal en que el riesgo de empaste es mayor se ubica en la franja de los terneros, pero en general el problema no está asociado a la facilidad de meteorizarse, sino más al hecho de que en estos animales el volumen del aparato digestivo es mayor comparado con los más grandes.
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