- ámbito
- Edición Impresa
Mujer y naturaleza, temas de la analítica Zulema Maza

Una de las
nuevas obras
de Zulema
Maza: una
mujer
anónima, que
fotografió
tejiendo en
una plaza y
que con el
artificio de la
técnica digital,
hace creer
que lo que
teje es una
planta.
*Las «cajas» que Marta Pérez Temperley presenta en Atica ( Libertad 1249, hasta el 20 de septiembre), son una maravilla. Y apelamos a este adjetivo infrecuente porque en primer lugar, sorprenden por su ejecución. Talladas, en algunos casos como matriz de xilografía -debe recordarse que Pérez Temperley es una destacada grabadora de nuestro medio- en un alarde artesanal digno de aquellos maestros anónimos de salas capitulares, bóvedas de coros de catedrales, de arcanos del Tarot del siglo XV o los dibujos cabalísticos de Nosenrot ( Siglos XVII y XVIII).
«Puertas que fluyen entre el Cieloy la Tierra», son efectivamente puertas que, al abrirlas, nos llevarán por un camino iniciático vinculado a lo esotérico y a la alquimia. Entre los elementos están las representaciones de animales relacionados a los procesos alquímicos, por ejemplo, el pez: creación primordial que se mueve en el elemento líquido, mediador entre lo sólido y lo etéreo. Otros ejemplos, el pelícano: proveedor de alimento a lo naciente o la tortuga como sostén del cosmos. El título es heredero de la tradición rosacruciana que procedía de la alquimia, del mundo musulmán y de China, de allí que varias de las cajas estén coronadas por imágenes de rostros de carácter oriental.
Por supuesto esta simbología nos excede ya que carecemos de los conocimientos para su correcta interpretación teniendo en cuenta que los libros de alquimia en su mayoría muestran láminas que deben ser interpretadas visualmente. Pérez Temperley no intenta darnos una visión exacta de estos procedimientos que se desarrollaron a lo largo de 500 años, desde Alejandría; sólo una aproximación abarcativa e intuitiva a través de su aquilatado quehacer artístico.
Las formas y el color se vienen encima, son avasallantes, pero como lo señala Lebenglik en el prólogo, « pasado el primer momento comienzan a organizarse».
Por eso, la lectura que exige la pintura , por supuesto cuando tiene algo que expresar, comienza a hacer visible todo lo que este artista ignífugo saca de la galera. Citas sobre el cine, la música, la literatura, Gárgano pone en la tela lo que lo ha conmovido, y aunque no haya relato alguno son los datos que ha acumulado y que lo alimentan en su vida. En las obras todo es fuerzas, colores que se chocan, dominantes, que se entremezclan, formas que pueden identificarse o no, gestos todo el tiempo, algún momento de serenidad que se concede a sí mismo, un desorden que roza el peligro, una suerte de caos pasional en el que caemos gracias a un pintor que evita el facilismo y el cliché.
Galería Palatina (Arroyo 821). Clausura el 22 de septiembre).
Dejá tu comentario