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Newell’s mantiene su esperanza copera
Debió esperar casi hasta el final del partido, pero lo ganó merecidamente. Y aunque el gol fue producto de un momento de inspiración de un jugador, la propuesta es más que valedera.
Por eso hay que empezar casi por el final del encuentro para explicar la victoria rosarina.
Faltaban cinco minutos cuando el delantero tucumano Luis Rodríguez empalmó un rebote de derecha y la colocó en el ángulo izquierdo. En el balance general, Newells fue levemente superior, porque buscó la victoria con mayor tenacidad y dispuso de un par de situaciones más claras, como las increíbles jugadas del primer tiempo en las que Mauricio Sperduti perdió la pelota con el arquero Javier García casi vencido.
Peor aún fue la jugada de los 43 minutos, cuando Lucas Bernardi dejó solo a Mauro Formica, quien punteó la pelota y el arquero se la tapó a medias, pero en el rebote le pegó un zurdazo mordido que pasó cerca del poste izquierdo, con el arquero en el piso.
Boca también dispuso de algunos buenos pasajes cuando la pelota la manejaron el «Pochi» Chávez y Matías Giménez, pero careció de definición. A los 22 minutos, el propio Giménez exigió a Sebastián Peratta desde fuera del área, el arquero dio rebote y después ganó dos veces ante las entradas de Cristian Cellay y Sergio Araujo por la derecha.
El complemento fue realmente olvidable, porque si bien los dos equipos se prodigaron ofensivamente, casi no generaron llegadas claras, salvo un buen desborde del ingresado Pablo Mouche que no alcanzó a cabecear Martín Palermo a los 24 minutos. Entonces, Roberto Sensini quemó las naves al apostar por tres volantes ofensivos y otros tantos delanteros. Y acertó casi en el final, con el golazo del ingreado Luis Rodríguez. Así, con este gol «de otro partido», Newells pudo cortar una racha de más de 300 minutos sin convertir y seguir en la lucha por jugar la Libertadores 2011.
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