26 de septiembre 2017 - 00:00

Oficial: Gendarmería afirma que a Nisman lo mataron (para Lagomarsino fue suicidio)

Diego Lagomarsino
Diego Lagomarsino
No hubo posición unánime entre los informes presentados a la Justicia federal sobre las causas de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Mientras que Gendarmería Nacional confirmó que su conclusión fue que se trató de un "homicidio" (a contrapelo del informe inicial presentado por el Cuerpo Médico Forense), la querella que representa a las hijas del extitular de la UFI AMIA adjuntó una addenda con disidencias parciales. Si bien coincidieron con el argumento central -que no se trató de una muerte autoinfligida- intercalaron algunas variables similares al primer estudio pericial que había sido incorporado al expediente cuando aún estaba en la Justicia ordinaria. Luego de haberse filtrado profusamente a través de los medios, Gendarmería sumó a un participante más en la escena, con lo que los asesinos de Nisman habrían sido dos, que actuaron de manera simultánea, aunque no quedaron rastros de ellos ni del modo que emplearon para salir del lugar sin ser detectados.

La defensa del informático Diego Lagomarsino -imputado por haberle facilitado el arma que se utilizó en el disparo fatal- reiteró un informe propio de alrededor de 100 carillas donde insistieron en la hipótesis de un suicidio. El perito de parte que representa a Lagomarsino concluyó que no fue un homicidio, sino un suicidio. Textualmente, fue un "disparo autoinfligido" el que había causado la muerte del fiscal. Se trata de una disidencia en la que explican que no hay pruebas como para sostener que fue un homicidio, y respondieron también a cada uno de los puntos informados por los profesionales de Gendarmería, según confirmaron fuentes judiciales. Los documentos recibidos por el fiscal Eduardo Taiano ahora deberán ser valorados en consideración al informe del Cuerpo Médico Forense y con la eventual citación como testigos de los 28 expertos de esa fuerza que participaron del informe. Ese paso es de rigor: cada vez que se presenta una pericia, el juzgado que la ordena puede llamar a testimoniar a los peritos para que defiendan sus conclusiones. Pese a que fuentes judiciales indicaron que el de Gendarmería era un elemento más a considerar, el tono de sus afirmaciones descalificó el primer estudio hecho por profesionales que dependen orgánicamente de la Corte Suprema de Justicia, cuyos ministros emitieron un informe para despegarse de sus conclusiones la semana pasada. Eventualmente podrían tener que intervenir si hay objeciones a alguno de los dos estudios.

Esa diferencia que desautoriza a los peritos del Cuerpo Médico Forense -cuyo malestar fue informado por Ámbito Financiero- tuvo su primera consecuencia. El diputado nacional Julio Raffo pidió que se investigue penalmente por supuesto falso testimonio y encubrimiento a sus integrantes y a quienes realizaron la autopsia al cadáver de Nisman. En una denuncia que recayó por sorteo en el juzgado a cargo de Luis Rodríguez, Raffo (que no tuvo acceso a ninguna de las nuevas pericias porque no fueron difundidas a las partes) se adelantó para que la Justicia investigue si hubo "errores inexcusables" en la autopsia que puedan constituir un delito. Adujo, de acuerdo con las filtraciones, que golpes y una fractura que habría sido detectada en la junta interdisciplinaria no fueron informados desde un principio. Los médicos que hicieron el primer peritaje sostienen que nada de lo asegurado por Gendarmería existe y que los golpes que indicaron que fueron para reducir al fiscal y poder maniatarlo para que sea ejecutado eran de vieja data y no coinciden con el momento de su deceso.

En 388 páginas y 3 CD, Gendarmería sostuvo que Nisman fue drogado con ketamina (no lograron identificar cómo) y que un sicario lo sostuvo mientras otro le disparó con el arma de Lagomarsino por lo que no quedó resto de fulminante en las manos. Los integrantes de la Junta "se encuentran en condiciones de concluir que la muerte violenta de Nisman se trató de un homicidio". No tuvo espasmo cadavérico, pero sí un golpe en la rodilla y en los riñones.

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