Otra prueba con mucho de sufrimiento

Guillermo Burdisso celebra junto con Matías Caruzzo.

Es cierto que a menos de cinco meses para el Mundial, uno espera que Diego Maradona vaya teniendo más resoluciones que dudas en la conformación del plantel, pero nadie puede negarle la posibilidad de probar y experimentar con jugadores, sistemas, movimientos y estrategias. Esta vez fue contra los juveniles de Costa Rica y la gran excusa de federalizar un poco más a la Selección jugando en San Juan luego de casi 28 años sin dar el presente en la provincia cuyana.

Claro, que más allá de la evaluación de Diego, si un grupo de futbolistas salta a la cancha con la camiseta celeste y blanca ya el compromiso es supremo. Y en este ítem aparecen las sombras: Argentina sufre ante rivales de dudosos quilates. Se puso uno a cero arriba por el gol de José Sosa luego de un rebote, y cinco minutos después Campestrini fue víctima de la barrera, que él mismo había armado, para sufrir el empate costarricense. Con Clemente Rodríguez dando el piné en su regreso al seleccionado, con Sosa haciendo diferencias por el andarivel derecho y con Hauche con la peligrosidad habitual fueron los puntos más altos de la primera mitad, que antes del final encontró en Guillermo Burdisso la llave para ponerse nuevamente en ventaja.

El complemento tuvo situaciones a favor y alguna que prendió alarmas en el cuerpo técnico por la tardía reacción de Campestrini en otro tiro libre. Sin correr riesgos la victoria (a pesar del empate parcial), las conclusiones de Maradona seguramente pueden sumar un par de nombres que pueden aportar: Clemente, Hauche, Burdisso por su capacidad en el juego aéreo, y no mucho más.