“Podemos tener buenas ganancias, pero empleo es el principal objetivo”
«Podemos tener muy buenas ganancias en intereses de colocaciones, pero nuestro principal objetivo es sostener el empleo». La frase es de Amado Boudou, titular de la ANSES, a unos 400 estudiantes que asistieron a su exposición en el congreso Econ2009. El funcionario explicó los criterios que guían las inversiones que administra el organismo.
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En 2003 empezó una nueva visión para recuperar el sistema de seguridad social, con los objetivos de la universalidad en el acceso y la garantía de que el monto de las prestaciones aumente en el tiempo. El crecimiento del empleo formal fue una clave de esta recuperación del sistema de seguridad social.
El primer paso fue elevar la jubilación mínima. El segundo fue el plan de inclusión jubilatoria para reparar un grave problema derivado del alto desempleo de la década del 90. Hubo un paso adicional, el cuidado de la solvencia fiscal. Así, la ANSES empezó a tener superávit con el que se formó un fondo de sustentabilidad. Este organismo nunca había sido superavitario y siempre había tenido que ser asistido por el Tesoro.
Asistimos, desde 2003, a un cambio de paradigma: el crecimiento fue acompañado de mayor inclusión social.
Con un sistema de seguridad social superavitario y en equilibrio en cuanto a cobertura fue el momento de avanzar en reformas más estructurales. Una característica nueva es que el sistema de seguridad social administra un importante fondo acumulado por el superávit de la ANSES, con el que confluye el que acumularon las AFJP. ¿Cuál debiera ser el rol de este fondo? Nuestras decisiones de inversión están condicionadas por la situación de los fondos al momento de tomarlos.
Alrededor del 60% del dinero ya estaba invertido en títulos públicos. Por eso, ante la crítica de que la ANSES tiene el 60% de sus fondos invertidos en esos títulos, vale recordar que eso vino dado por los años de la administración privada. Se argumentaba que el régimen de capitalización serviría para frenar la voracidad del Estado en la obtención de fondos. En esos términos fracasó y con un agravante: los fondos volvieron al Estado por el déficit que el propio sistema de AFJP había provocado a las cuentas públicas. El Estado volvía a tomarlos pagando intereses y los ciudadanos pagando comisiones.
Buscamos cambiar la lógica de inversión de estos fondos, redireccionarlos al sector real, porque entendemos que sólo con empleo formal se puede sostener el funcionamiento de un sistema jubilatorio en el tiempo. Podemos tener muy buenas ganancias en intereses de colocaciones, pero nuestro principal objetivo es sostener el empleo. Los ingresos más genuinos llegan con el sostenimiento del empleo formal, que genera aportes de los trabajadores y contribuciones de las empresas.
Las AFJP tenían $ 8.000 millones en plazos fijos, en promedio a 45 días. Esto es poco menos que una locura, agravaba el problema de descalce entre el fondeo de los bancos y la posibilidad de dar crédito a mediano y largo plazo. Por eso con el cambio de sistema hicimos licitaciones para renovar las colocaciones, colaborando con la misión del BCRA de mantener bajas las tasas de interés se incrementaron los plazos.
Por otro lado, trabajamos en redireccionar la inversión a la obra pública, hacia actividades estratégicas. Colaborar en el área de energía nos asegura buenos retornos, asegura el repago y colabora a la generación de empleo.
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