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Primero santo, después Papa (pasión por CASLA)
Francisco I, como pasó a llamarse, nació en 1936 y desde pequeño llevó en su corazón los colores sanlorencistas. Su padre jugaba al básquet en el club, ubicado por esos entonces en Av. de La Plata y Las Casas, donde se encontraba el Viejo Gasómetro. Con la excusa de ver jugar a su máximo ídolo, Mario Bergoglio -su padre-, se acercaba a diario al club, donde pasó gran parte de su infancia y se empapó de esos colores de los que nunca pudo desprenderse.
Con los años, ese amor por la camiseta se fue afianzando, a sus diez años siguió toda la campaña de San Lorenzo junto a su padre. Aquel equipo de 1946 con estrellas como Balzina, Martino y Silva se consagró campeón del torneo argentino y marcó para siempre su fanatismo por la institución de Boedo.
Estudió en una escuela técnica. Y a los 21 años ingresó en el seminario de Villa Devoto. Tras su ordenación, en 1969, realizó estudios de teología y entre 1973 y 1979 fue superior provincial de los jesuitas. Pero siempre tenía tiempo para su San Lorenzo. Iba a la cancha en colectivo y se mezclaba con los hinchas como si fuera uno más.
En abril del 2008 cuando la institución cumplió sus primeros cien años fue Jorge Bergoglio quien oficializó la misa de celebración. El club está fuertemente ligado con el catolicismo, siendo justamente el cura Lorenzo Massa quien fundó la institución en la iglesia San Antonio del barrio de Almagro. En esa oportunidad, envuelto en festejos los presidentes del club le entregaron al ahora Papa el carnet de socio bicentenario. Con el número de socio 88235. Y aquí aparece un dato que sólo se puede explicar por el misterio divino: en la Quiniela Nacional, ayer por la mañana, salió el 8235 a la cabeza.
En 2011 volvió a verse involucrado con los santos, pero en este caso de Boedo. Invitado por el expresidente del club Carlos Abdo dio una misa en la capilla Padre Lorenzo Massa, en la festividad de María Auxiliadota y recibió una camiseta de regalo.Ahora, con un papa cuervo, los hinchas de San Lorenzo, parecen esperanzarse ¿tendrán una ayuda extra? Una mano que no estaría demás en un equipo que hace dos campeonatos que está peleando el descenso y está lejos de pelear la punta. Eso sí, San Lorenzo es más santo que nunca, un hincha cuervo llegó a lo más alto a ocupar el sillón de San Pedro.
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