26 de febrero 2009 - 00:00

Propone ahora Europa la creación de “bancos basura”

Bruselas - La Comisión Europea propuso ayer a sus miembros liberar a los bancos de los activos dañados y aseguró que la creación de «bancos malos» o «basura» puede ser una solución efectiva para restaurar la confianza financiera.
«Sin un sistema financiero sólido, el crédito a la economía real seguirá reduciéndose y la recuperación económica será más difícil», advirtió el responsable europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia. El ejecutivo de la UE sabe que cualquier mecanismo para aliviar a las entidades del peso de los activos dañados -en su mayoría, productos estructurados y créditos dudosos, que no son líquidos porque no hay comprador que los quiera- implica la concesión de ayudas públicas y la distorsión de la competencia.
Por eso y para evitar que los Estados miembros empiecen a adoptar medidas sin coordinar, Bruselas presentó ayer unos principios comunes que regularán esas intervenciones y reducirán los daños a la competencia, en especial a las entidades que no necesitan ayuda. Entre las opciones disponibles se destaca la división de los activos problemáticos en un «banco malo» -bien para cada entidad o para el conjunto de las entidades con problemas de un país-, cuyas pérdidas serían compartidas por el Estado y cada banco.
El Gobierno podría ir todavía más lejos y crear una entidad nueva, que adquiriría los activos dañados permitiendo a los bancos retomar su actividad sin esa carga. La UE dice que puede ser necesaria la nacionalización previa de las entidades en peor estado, para luego proceder a la separación de activos sanos y dañados.
Seguros
Otra alternativa es que el Gobierno asegure a los bancos contra las pérdidas asociadas a los activos dañados, aunque la Comisión dice que esta vía es más complicada, por la dificultad de asegurar activos heterogéneos y muy repartidos, y puede ser menos efectiva que la separación total de los activos problemáticos. Almuña no quiso ayer hacer un cálculo del peso de los activos dañados en los bancos europeos, pero aseguró que suponen un problema grave y «que esta nueva fase de asistencia al sector puede tener un costo muy alto», dijo.
Como primer requisito para poner en marcha cualquiera de estos mecanismos, Bruselas dejó ayer claro que las entidades financieras deben informar con claridad del peso en sus balances de los activos dañados -que les van a generar pérdidas, debido a su fuerte devaluación-. Sobre el tipo de activos que pueden incluirse en estos programas, la Comisión apuntó que los países pueden limitarse a los denominados «tóxicos» (bonos asociados a las hipotecas «subprime» y otros productos estructurados que están en la raíz de la crisis financiera), aunque aconsejó un enfoque más flexible, adaptado a la situación de cada país y entidad. Los gobiernos tendrán que notificar a Bruselas los esquemas que pongan en marcha, y también las operaciones individuales sobre cada entidad, que deberán ir acompañadas de un plan de reestructuración o viabilidad.
Agencia EFE

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