8 de febrero 2017 - 00:00

Putin promulgó la polémica norma que despenaliza la violencia de género en Rusia

El texto considera como falta administrativa las agresiones físicas que no causen lesiones y exige reincidencia para que pueda actuar la Justicia penal. Cada año 14.000 mujeres mueren en Rusia a manos de sus parejas.

Moscú - El presidente ruso, Vladímir Putin, desoyó ayer a los críticos y promulgó una ley que despenaliza la violencia doméstica, siempre que el agresor no sea reincidente, proyecto que fue muy criticado por los activistas de derechos humanos.

Según la nueva ley, las agresiones que causen dolor físico pero no lesiones, y dejen moratones, arañazos o heridas superficiales a la víctima no serán consideradas un delito, sino falta administrativa.

Sólo cuando el agresor vuelva a golpear al mismo familiar en el plazo de un año podrá ser procesado por la vía penal y castigado con la cárcel, siempre y cuando el agredido logre demostrar los hechos, porque la Justicia no actuará de oficio en estos casos.

Los diputados conservadores que impulsaron el texto argumentaron que buscaba corregir una "anomalía" en la ley rusa, que hasta ahora juzga a los autores de violencia doméstica por lo penal, mientras que la cometida fuera del círculo familiar compete al derecho civil.

Los autores de la iniciativa -dos diputadas y dos senadoras de Rusia Unida, el partido de Putin- argumentaron que tan sólo quieren despenalizar las palizas que no ocasionen daño a la salud de las víctimas.

Una de ellas, Olga Batalina, consideró suficiente un castigo administrativo cuando el agresor no tiene intención de "infringir daño" a la víctima.

"La descarada injerencia en la familia" por parte de la Justicia "es intolerable", dijo Putin a finales de 2016 en su rueda de prensa anual al responder a una activista que le preguntó sobre la conveniencia de acabar con una ley que permite "encarcelar a un padre por unos cachetazos en el culo que el niño se mereció".

Putin, creyente confeso, abanderado de los valores tradicionales y muy crítico con el liberalismo occidental "sin género y estéril", es conocido por sus frases machistas, como "un auténtico hombre debe intentarlo siempre, y una auténtica mujer debe resistirse siempre".

La Iglesia Ortodoxa Rusa apoyó abiertamente la ley, aduciendo que el padre de familia debe ser respetado, de lo contrario los hijos se desmadran, al tiempo que llamó a no seguir a pies juntillas los valores occidentales.

No obstante, sus detractores consideran "muy peligroso" que el Estado trace una línea entre simples moratones y violencia física, ya que eso simplemente animará a los agresores a continuar abusando de sus víctimas.

Según activistas de derechos humanos, en las cárceles para mujeres rusas un porcentaje muy alto de las internas fueron condenadas por atacar a sus maridos tras ser objeto de continuas agresiones sin que la Policía tomara cartas en el asunto.

Entre 12.000 y 14.000 mujeres mueren todos los años a manos de sus parejas en Rusia, según datos del Ministerio de Interior en 2008, mientras otras fuentes hablan de que 36.000 mujeres son golpeadas diariamente por sus parejas.

Agencias EFE, AFP y Reuters

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