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Qué pasará con la industria después del Mundial
El partido ya comenzó y el primer tiempo es poco alentador para la actividad manufacturera, que en el primer trimestre del año acumula una caída del 3,3%. Para el segundo semestre algunos sectores profundizarán su derrumbe, pero otros se espera que logren morigerar el retroceso. Consumo interno, intercambio comercial, equilibrio fiscal y tipo de cambio, las claves para los próximos meses. El arrastre para el año próximo.
Los sectores más perjudicados serán el automotor y los vinculados al consumo, coincide Fausto Spotorno, director del centro de estudios económicos de Ferreres. De todas formas destacó que la industria alimenticia vinculada al agro (aceites y harinas) registrará algunas mejoras. En este sentido Schuff estima que la industria de alimentos y bebidas será una de las pocas que podrá finalizar con un rebote positivo, del orden del 1,8%.
En los primeros tres meses del año la industria alimenticia fue una de las menos afectadas y sólo acumula un descenso del 0,6%, según datos del INDEC.
De todos modos, un aumento de la inflación y la no modificación del mínimo no imponible podrían profundizar la caída del sector, alerta Guillermo Bermúdez, economista de FIEL.
"La caída de los ingresos laborales en términos reales (debido a la inflación y el mayor efecto del Impuesto a las Ganancias) terminará generando contracción también en esta rama", destacó.
Brasil
La relación con Brasil es clave para la economía argentina y, sobre todo, para algunos sectores puntuales como el automotor. Se estima que el país vecino crezca alrededor del 2% en 2014, pero este crecimiento de Brasil no tendrá prácticamente incidencia en la industria local y no será un factor que pueda revertir el resultado final
"Difícilmente Brasil pueda amortiguar la baja de la industria argentina, tanto por la inestabilidad local, como por las dificultades de crecimiento que atraviesa la economía de nuestro socio comercial. Un año y medio atrás los economistas en Brasil esperaban un crecimiento de casi un 3,5% y hoy las expectativas se encuentran en el 1,7%", recordó Spotorno.
En el mismo sentido se expresó Schuff, quien indicó que el mercado brasileño continúa débil, aunque "en lo referente a la industria automotriz, podría mostrar cierta recuperación a partir de las medidas que se están esbozando para estimular el consumo, como es el crédito vehicular que podría favorecer a las exportaciones argentinas hacia ese destino". En el primer trimestre de 2013 la balanza comercial mostró un saldo positivo para la Argentina por un valor de u$s 82 millones.
Este incremento se explica por un aumento de las exportaciones argentinas del 16% y, paralelamente por una contracción de las importaciones de Brasil del 10%. El crecimiento de las ventas externas obedeció a un aumento de las ventas de vehículos automóviles y autopartes, cereales, plásticos, máquinas y equipamientos, y se espera que para el segundo semestre siga la misma tendencia de compra por parte de nuestro principal socio comercial.
Dólar
Considerando el contexto actual y el que se espera para la industria, muchos empresarios se aventuran en encontrar en la aceleración de la devaluación una salida rápida a los problemas que sufren. Después de la devaluación registrada en enero, cuando se llevó a la divisa a los $ 8, el tipo de cambio quedó en una suerte de congelamiento que se mantuvo hasta principios de mayo. En el mercado alertan que con los niveles actuales de inflación reconocidos por el Gobierno, el dólar volvió a quedar retrasado. En las últimas dos semanas el Banco Central comenzó a modificar su estrategia y la divisa volvió a operar con tendencia ascendente. Esto despierta algunas dudas para los próximos meses en torno a si la autoridad monetaria preferirá subir el dólar gradualmente o de una sola vez como lo realizado a comienzos de año.
"Seguramente será necesario que el tipo de cambio acompañe la evolución de los precios de la economía local. En junio la inflación ya habrá absorbido el impacto de la devaluación de enero", comentó Spotorno.
En tanto, Moskovits espera que "después de mitad de año la devaluación se acelere en torno al 2% mensual. Eventualmente, podría haber algún salto llegando fin de año para mitigar la revaluación real del peso, aunque no esperamos que sea de la magnitud de la ocurrida en enero".
El uso del dólar como ancla es una estrategia incompatible en el mediano plazo con una inflación persistentemente elevada, resaltan desde Abeceb.com. "Aun tomando los datos de inflación que se calculan de acuerdo al nuevo IPC, buena parte de los efectos en términos de ganancias de competitividad de la devaluación del 16% de enero ya han sido erosionados", señaló Schuff. En este sentido agregó: "Pronosticamos un deslizamiento del valor del dólar a lo largo del segundo semestre. Nuestro escenario esperado es que se siga adelante con el esquema de minidevaluaciones, sin resolver el problema inflacionario y fiscal de fondo".
De todos modos, en el mercado coinciden y destacan que para el segundo semestre la situación en el mercado del dólar no es la misma que a comienzos de año debido a que la sangría de divisas se detuvo, la brecha entre el dólar oficial y el paralelo está en un nivel menor y el tipo de cambio aún se encuentra en un nivel competitivo.
Crecimiento
La caída de la industria prevista para este año ayudaría a que en 2015 se provoque un efecto rebote, auque con números más flojos al de años anteriores.
La industria podría presentar un crecimiento del 2% en 2015", indicó Schuff.
En tanto, Spotorno estima que "la tendencia es a mantener cierto estancamiento en la producción, aunque puede haber sectores con mejor performance, producto de cuestiones específicas, como aquellos vinculados a la construcción y a la obra pública".
En una postura un tanto más pesimista se ubican las estimaciones de FIEL que prevé una continuidad en la caída de la industria. "El próximo año arranca con un arrastre negativo. No están dadas las condiciones para tener una recuperación del sector porque no se espera que las políticas de controles y restricciones se modifiquen. Brasil seguirá creciendo poco y el real devaluándose", dijo Bermúdez y agregó "pese al año electoral, no hay mucho margen para políticas expansivas, de hecho son esperables nuevas caídas de los salarios reales".
Los meses que quedan por delante serán difíciles para la industria y las claves para amortiguar la caída no dependerán de las condiciones macroeconómicas, sino del ingenio que utilice cada empresa para intentar aumentar sus ventas. La pelota ya comenzó a rodar para los industriales y el primer tiempo no fue bueno. Revertir el resultado es difícil, pero el partido aún no terminó.
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