Reaccionan provincias por aumentos en transporte

 En medio de la inminente puesta en marcha de un aumento de tarifas en el transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires, el gobernador cordobés Juan Schiaretti se quejó por la distribución "inequitativa" de subsidios nacionales para el sector.

"Yo quisiera que los cordobeses paguen lo que ahora van a pagar las familias de Buenos Aires", disparó ayer, frente a las críticas que el incremento generó entre porteños y bonaerenses.

"Todos los subsidios siempre benefician al conglomerado que es Capital Federal y el Gran Buenos Aires", dijo el mandatario de Unión por Córdoba, además de enfatizar que "hay que ser equitativo en toda la geografía nacional.

"Acá hay algo que está mal y lo quiero señalar como hombre del interior del país", agregó, con la mirada en la política de subsidios al transporte y a la energía implementada desde la Casa Rosada en los últimos años, y que este año -con Mauricio Macri- vuelve a dejar diferencias entre regiones.

El planteo en voz alta de Schiaretti refleja un malestar que se arrastra en los Ejecutivos del interior, de por sí golpeados por un piso alto en materia de tarifas para afrontar las nuevas subas que deparará el año 2016.

"El impacto de las tarifas nos complica muchísimo; la tarifa eléctrica en primer lugar, pero ahora viene el gas y el transporte, y todo eso impacta sobre la inflación", señaló el socialista santafesino Miguel Lifschitz.

A fines de marzo, el ministro de Transporte nacional, Guillermo Dietrich, anunció aumentos de hasta el 100%, desde el próximo viernes, en las tarifas de colectivos y trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

Según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), la Ciudad de Buenos Aires "recibe 8 veces más subsidios para ómnibus que el interior".

Por eso afirman que "la crispación por la reducción de los subsidios en Buenos Aires es otra evidencia del centralismo prevaleciente".

"Es incoherente hablar de "tarifazo" cuando en el interior del país el acceso a los servicios públicos es mucho más limitado y, cuando está disponible, desde hace años que se pagan tarifas mucho más cercanas a los costos reales", agregaron.

En esa línea, precisaron que en 2015 el total de subsidios a ómnibus urbanos fue de $ 33 mil millones, equivalente a $ 774 por habitante y por año para todo el país. Pero si se pone la lupa en el reparto, en la Ciudad de Buenos Aires ascendieron a $ 4.203 por habitante por año, mientras que para el resto de las provincias representaron $ 512 por habitante por año.

"Estos datos muestran la fuerte concentración geográfica que prevalece en la distribución de los subsidios al transporte urbano", sostiene el informe.

Según el estudio, parte de esa decisión se apoya en el flujo de personas que ingresan los días laborables a tierra porteña, proveniente del Gran Buenos Aires.

"Pero una porción muy importante es el resultado de una política discriminatoria contra el interior", afirman, además de remarcar que, "prueba de ello es que, aún con la reducción de subsidios, el boleto de colectivo en la Ciudad de Buenos Aires sigue siendo inferior al que prevalece en el interior".

Este escenario desigual se replica en rigor en el resto de los servicios públicos. Por caso, reseñan, "en la Ciudad de Buenos Aires se pagaba apenas el 18% del costo de la electricidad, cuando en la mayor parte del resto del país hace años que las tarifas fueron actualizadas".

En el caso del gas -sostienen- "también operan privilegios para Buenos Aires, ya que prácticamente toda su población dispone del servicio, mientras que en el interior las tasas de conexión varían entre el 63% en la Región Centro y menos del 50% en las provincias del Norte".

La situación más "injusta" -afirman- se da en el rubro del agua y las cloacas, ya que "mientras que el servicio se subsidia con impuestos nacionales en la Ciudad de Buenos Aires, en el interior es masiva la carencia de conexión a red de agua y cloacas".