26 de febrero 2009 - 00:00

Schwarzenegger se borocotiza y rompe con republicanos

Arnold Schwarzenegger
Arnold Schwarzenegger
Los Angeles - Arnold Schwarzenegger se ha convertido en enemigo público del Partido Republicano en California. Cinco años después de su espectacular llegada al poder, y ante la galopante crisis financiera del estado, Gobernator decidió arrimarse a Barack Obama y subir los impuestos con el apoyo de los demócratas.
Su notoria ausencia en la convención estatal de los republicanos se interpreta ya como una ruptura con el partido que lo llevó hasta el poder, en abierto desafío al entonces gobernador demócrata Gray Davis. En los últimos días, y bajo el espectro de la recesión, Gobernator acusó a sus todavía correligionarios de «no estar en sintonía con los americanos». A su paso por Washington, donde asistió a la cumbre de los gobernadores, Schwarzenegger dio la bienvenida al plan de estímulo económico auspiciado por el presidente Obama y criticó abiertamente a la oposición republicana por su actitud destructiva ante la crisis.
«Los republicanos deberían hacer un esfuerzo para trabajar juntos y encontrar lo que es mejor para la gente», declaró Arnold a la cadena ABC. «Descarrilar las propuestas económicas no va a ayudar a nadie y sólo va a servir para crear inestabilidad e inseguridad. Tenemos que escuchar a la gente y hacer lo que nos reclaman, aunque pueda ir contra nuestros principios o nuestra filosofía».
Gobernator, que llegó al poder bajo la promesa de «no más impuestos», acaba de abanderar el mayor aumento de tasas en los últimos 17 años (estimado en u$s 12.700 millones) para evitar la debacle del Estado. La suba obligará a pagar u$s 763 más al año a una familia media con dos hijos y u$s 50.000 de ingresos.
California, con un producto interior bruto de u$s 1,8 billón y 36 millones de habitantes, está considerada como la octava potencia mundial, justo por delante de España. Su economía supone el 13% del gigante estadounidense.
Las cifras del desempleo (9,3%) superan en casi dos puntos a la media nacional. En ciudades como Los Angeles, con una brutal desigualdad económica, el 20% de la población recibe algún tipo de asistencia social.
«Nadie podía prever hace cinco años que en estos momentos el país se enfrentaría a la mayor crisis económica desde la Gran Depresión», alega Adam Mendelsohn, asesor económico de Schwarzenegger y uno de los artífices del aumento de impuestos recién aprobado, con el apoyo unánime de los demócratas y seis republicanos moderados.
Las huestes conservadoras cerraron filas no sólo contra Gobernator sino contra sus seis cómplices. El Partido Republicano, que en las últimas elecciones presidenciales cosechó los peores resultados desde 1930, amenazó con cerrar la canilla en las campañas de todos aquellos que votaron a favor del aumento de impuestos.
«Odio tener que subir las tasas, pero incluso Ronald Reagan llegó a hacerlo cuando fue gobernador», tuvo que recordar el otrora famoso actor de Hollywood. «No volveré a prometerlo en ninguna campaña electoral porque quiero tener siempre sobre la mesa la opción de poder subir los impuestos en casos de emergencia. Y ahora mismo tenemos una emergencia fiscal y financiera, una grave crisis de la vivienda y un déficit de u$s 42.000 millones. Es como si tuviéramos un terremoto o cualquier otro desastre», añade.
«La mayoría de los californianos apoya un recorte del gasto y un aumento de los impuestos para hacer frente a la situación», insiste Gobernator. «Escuchar a la gente es más importante que aferrarse a una ideología», sentencia.
En la cumbre de los gobernadores celebrada el fin de semana pasada en Washington, Gobernator criticó también a sus correligionarios por su obstinación en recortar la ayuda federal a los estados y se alineó casi incondicionalmente con el plan de estímulo de Obama.

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