Scioli y Boudou agitan el plan “todos K”

Daniel Scioli junto a sus funcionarios recibió a candidatos del FpV que compiten en territorios de gobernadores por la oposición. En tanto, Amado Boudou visitó Tapalqué y cenó con un grupo de intendentes del conurbano.

Uno sale de gira y convoca a los intendentes peronistas del conurbano. El otro apuntala a los candidatos del FpV que compiten en octubre en municipios que son gobernados por la oposición y plantea «bajadas» quirúrgicas a esos territorios.

Por separado, y por momentos con recelos, Amado Boudou y Daniel Scioli agitan el plan «todos K», maniobra que tiene un doble fin que, a su vez, se retroalimenta: apuntar a que Cristina de Kirchner haga una «elección histórica» y en ese envión expandir el control sobre el territorio.

La aspiración a un score presidencial que se aproxime al 60% -algunos sueñan con llegar al 62% y convertir a la Presidente en la figura con el récord de votos, superando a Juan Perón que en septiembre de 1973 quedó a unas décimas de los 62 puntos- y la idea de pintar de un solo color el territorio se potencian entre sí.

Boudou estuvo ayer en Tapalqué junto a Gustavo Cocconi, como parte de una ronda de visitas a zonas del interior acompañado por Diego Bossio, titular de la ANSES. En paralelo, Scioli con su mesa política reunió a candidatos bonaerenses en La Plata.

Respaldo

Junto a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, los ministros Baldomero «Cacho» Álvarez y Ariel Franetovich y el armador Isidoro Laso, el gobernador recibió a 18 postulantes a intendentes que representan al FpV en distritos que están en manos de partidos opositores.

A esos dirigentes, llamados «sin tierra», se los respaldará desde la provincia con la intención de que aprovechen el envión y recuperen para el peronismo, o el kirchnerismo, territorios manejados por rivales aunque en algunos casos también se trata de socios.

En concreto, según los resultados del 14 de agosto, hay 33 distritos -sobre 135- en los que el FpV puede ganar el Gobierno, pero en ese pelotón se incluyen algunos distritos difíciles y otros que están en manos de dirigentes asociados como es el caso de Blas Altieri en Pinamar. En tanto, Boudou convocó anoche a una cena en el Ministerio de Economía con los intendentes de la Tercera Sección electoral, entre los que estaban Fernando Espinoza (Matanza), Martín Insaurralde (Lomas), Fernando Gray (Echeverría), Darío Giustozzi (Brown), Daniel Di Sabatino (San Vicente), Darío Díaz Pérez (Lanús) y, entre otros, Julio Pereyra (Florencio Varela).

Invitó, además, a «Cacho» Álvarez y Juan José Mussi, secretario de Ambiente.

Además del diálogo de aproximación, Boudou busca potenciar el vínculo entre los intendentes y la Casa Rosada para que éstos apuesten extra a la candidatura de Cristina de Kirchner, con la intención de mejorar la performance de la Presidente respecto del 14 de agosto, cuando en la provincia obtuvo algo más del 53%.

Es el sueño inconfesado de los K: que la Presidente supere el porcentaje que Perón consiguió en 1973. Ahora, confiesan en Casa Rosada, tiene intención de voto del 57%. Como le faltan, según esa teoría 5 puntos, hay esfuerzos adicionales del kirchnerismo para potenciar desde abajo la postulación de Cristina.

Más temprano, Boudou en Tapalqué cumplió el ritual de asegurar que «la única persona que puede liderar esta transformación es nuestra presidenta Cristina de Kirchner», y llamó a «no tenerle miedo a la alegría» y recordó a Néstor Kirchner a quien consideró «el hermano mayor que cambió la Argentina».

«Si algo aprendimos de Kirchner es a no aceptar que el futuro es lo que viene, sino lo que hacemos todos juntos hoy» dijo el candidato a vicepresidente.