Ocho años después de que un accidente vascular lo dejó en coma, israelíes y palestinos siguen tratando de alcanzar un acuerdo en términos legados por Sharon.
Político controvertido, fue un héroe de guerra en casa y un criminal de guerra para los árabes. Fue un profeta de los asentamientos sobre tierras ocupadas que dramáticamente cedió Gaza en lo que llamó un intento por la paz.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, que reemplazó a Sharon como jefe del partido de derecha Likud cuando la facción se rebeló en 2005 contra el retiro de colonos desde la Franja de Gaza, respaldó desde entonces la cesión de tierra a cambio de paz.
Pero las dificultades actuales de Netanyahu por manejar una coalición que incluye a políticos de línea dura que se oponen a ceder territorios sugiere que Israel carece de un líder con las credenciales de Sharon para persuadir, u obligar, a colonos a que se retiren de la mayor parte de Cisjordania.
Como ministro de Vivienda a fines de los 90, fue el artífice de muchos asentamientos judíos que se extienden por Cisjordania, territorio capturado en la guerra de 1967. La barrera de seguridad que ordenó levantar en 2005 aún está en construcción en tierras ocupadas. Y su visión sobre la seguridad israelí continúa vigente. Sin embargo, al mismo tiempo, su impactante decisión de sacar a colonos israelíes -en algunos casos, a la fuerza- desde la Franja de Gaza mostró a muchos que Israel podía deshacer su ocupación, dado un liderazgo lo suficientemente robusto.
Sharon, que falleció el sábado a los 85 años, tenía una posición única dentro de Israel que lo ayudó a impulsar cambios a través de la fuerza de su personalidad como soldado condecorado que jugó un rol decisivo en todas las guerras desde la fundación del Estado en 1948.
Era odiado por el mundo árabe, particularmente por su papel en las masacres de 1982 en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila en Beirut tras la invasión de Israel al Líbano. Pero su imagen de halcón le dio en casa una posición que sus sucesores no pudieron igualar.
"Sharon fue el último líder de la generación de 1948 con una carrera militar larga e ilustre. Tenía la autoridad moral necesaria para impulsar decisiones muy dolorosas", comentó Raanan Gissin, que fue un alto asesor del exprimer ministro. "Ya no tenemos ese tipo de personas", agregó.
Cuando cayó enfermo, Sharon se encaminaba a ganar unas elecciones generales inminentes y aunque él lo negó categóricamente en su momento, sus asesores afirman que había estado planificando más retiradas unilaterales desde Cisjordania.
Los palestinos ridiculizan la idea de Sharon como un hombre de paz. Lo recuerdan como un estratega despiadado y lo culpan de haber provocado la segunda "intifada" (insurrección) palestina con una provocativa visita a la explanada de las mezquitas en Jerusalén en 2000.
"El fue crucial en la expansión de asentamientos y el retiro de Gaza sólo fue para consolidar la ocupación israelí en Cisjordania", afirmó Ghassan Khatib, un académico y exministro palestino.
Agencia Reuters |
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