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Si la inflación se coparticipara...

El tema es que la carga tributaria ha aumentado tanto en la Argentina en los últimos años, que al Gobierno ya no le queda resto político para exigir más impuestos para alimentar su siempre creciente gasto público. Entonces, la inflación viene a la mano como una fuente de recursos muy apropiada por dos motivos muy específicos: no tiene que pedir permiso para cobrarlo ni tampoco coparticiparlo con las provincias.
Este último punto no es menor. La tabla muestra cuánto hubieran recibido las provincias de haberse tomado al impuesto inflacionario como un impuesto coparticipable más, para los aproximadamente 92.000 millones que el Gobierno recaudó el año pasado a través de este mecanismo.
La tabla muestra que las provincias en su conjunto hubieran recibido casi 53.000 millones, con la provincia de Buenos Aires a la cabeza con casi 11.500 millones. El impuesto inflacionario viola el mandato de la Constitución que dice que las acciones de recaudación deben ser autorizadas por el Congreso. Y el Congreso, en su delegación de funciones al Banco Central, no pretendió convertirlo en un mecanismo de recaudación impositiva. Pero también viola el espíritu federal que debe regular el funcionamiento del Estado en nuestro país. Los gobernadores deberían tomar nota.
(*) Diputado de la Nación, Unión PRO
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