22 de octubre 2013 - 00:00

Sobornos: De la Rúa ensaya defensa final

Fernando de la Rúa comenzará a despedirse hoy del juicio oral por los supuestos sobornos en el Senado durante su administración. El Tribunal Oral Federal número 3 escuchará el alegato final de su defensa, una tarea de la cual el expresidente participará activamente y que compartirá con su abogada Valeria Corbacho. El proceso tomó un rumbo definitivo el pasado jueves, cuando los abogados del arrepentido Mario Pontaquarto aseguraron descreer de la versión de su cliente.

De la Rúa repartirá el trabajo con su defensora: mientras la letrada realizará una minuciosa comparación entre el testimonio de Pontaquarto, la prueba recolectada (que es prácticamente nula) y los testimonios del debate oral, el exmandatario de la UCR aportará una tónica política que incluirá críticas al desempeño del juez federal Daniel Rafecas durante la instrucción de la causa. Se prevé que toda la exposición se extienda durante tres jornadas. El alegato de los abogados de Pontaquarto también será un búmeran para este juez, ya que al dudar de su representado también ponen en tela de juicio gran parte de lo actuado por Rafecas durante la instrucción.

El argumento les dará un lugar importante a las imprecisiones en la declaración de Pontaquarto y al hecho de que ningún testigo confirmó sus dichos con evidencias.

La actitud de De la Rúa no será novedosa para el tribunal. Durante todo el juicio se encargó personalmente de interrogar a testigos convocados -su condición de abogado se lo permite-, al mismo tiempo que protagonizó jugosos cruces con quien fue su vicepresidente, Carlos Chacho Álvarez, por estos días en las filas del kirchnerismo. El exmandatario nunca percibió el juicio como lo hace un acusado en el banquillo, sino más bien como un defensor que argumenta desde el estrado.

Tanto la fiscal Sabrina Namer como los abogados de la querellante Oficina Anticorrupción (OA) pidieron penas para De la Rúa por presunto cohecho. Al mismo tiempo excluyeron de ese lineamiento a Alberto Flamarique y al exsenador Ricardo Branda. Para tener en cuenta: tanto Rafecas como Julio Vitobello, jefe de la OA, llegaron a sus cargos con Alberto Fernández como sponsor en los primeros años del kirchnerismo. Coincidencias y conspiraciones que prometen vértigo al tramo final del juicio. El expresidente no ha faltado prácticamente a ninguna de las audiencias. En un juicio por momentos maratónico, mientras el resto de los acusados se entretenían con sus teléfonos celulares, intercambiaban susurros y repartían caramelos, el expresidente permanecía en silencio y tomaba notas en un cuaderno a pesar de contar con dos abogados que lo asistían. Como un mantra, nunca dejó de citar una máxima de Gandhi a quienes lo consultaban por el proceso y sus vicisitudes: "No porque todos crean algo, eso quiere decir que sea cierto".

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