La marginación sufrida por Felipe Solá a lo largo de la campaña bonaerense, donde el ex gobernador fue excluido de los spots televisivos, gráficos y hasta de las recorridas de campaña, abre ahora una nueva perspectiva de cara a 2011. Con el santafesino Carlos Reutemann y el porteño Mauricio Macri como las principales opciones a heredar el peronismo post-kirchnerista, Solá se erige como el árbitro que puede definir quién será el próximo candidato a presidente.
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Las primeras pistas sobre hacia dónde inclinará la balanza Solá se darán con la reanudación de la actividad parlamentaria. Dueño de una bancada propia, Unión Peronista, el ex gobernador designó al frente de ese espacio al peronista cobista Enrique Thomas. Reacio a fusionarse con el PRO de Federico Pinedo y Gabriela Michetti, incluso con Unión Celeste y Blanco de De Narváez, su compañero de boleta, Solá aguarda ahora el reacomodamiento de las piezas peronistas en la Cámara baja, donde el PJ de Reutemann debutará con bloque propio, Santa Fe Federal a cargo de Jorge Obeid.
Anoche, un diputado de la cúpula macrista en el Congreso dudaba sobre el futuro de Solá asociado al PRO. «Estamos atentos a los movimientos de Felipe, tenemos que esperar pero nosotros lo vemos jugando más fuerte en una construcción peronista junto a Reutemann». De hecho, uno de los principales reproches felipistas a lo largo de la campaña bonaerense fue la nula peronización del mensaje proselitista difundido por De Narváez y Macri, error que el ex gobernador recriminó en persona a sus socios políticos de Unión-PRO.
Solá comanda vía Thomas una bancada de siete diputados que podría ampliarse con legisladores descontentos de Entre Ríos, quienes ayer se recriminaban no haber roto abiertamente con Néstor Kirchner para presentarse durante la campaña como los candidatos de Reutemann. Si la avalancha peronista avanza hacia el reelecto senador santafesino, entonces Solá podría convertirse en un armador clave de Lole, o incluso en su candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires, principal distrito electoral del país, en detrimento del proyecto 2011 de Macri.
La purga de candidatos felipistas que De Narváez impulsó de manera unilateral e inconsulta abrió heridas que todavía no sanan. Y la efervescencia que atraviesa el peronisno post- kirchnerista podría abrir nuevos rumbos para Solá, quien se convertiría, incluso, en el karma de la dupla Macri-De Narváez.
Reelecto
En el medio de esa silenciosa disputa aparece la figura de Julio Cobos, equidistante de Solá y de De Narváez. Thomas, jefe mendocino del bloque de Solá en el Congreso, logró el domingo pasado ser reelegido en la lista cobista de candidatos a diputados nacionales por Mendoza. Pero ayer, el vicepresidente recibió un llamado telefónico de De Narváez para felicitarlo por su victoria. El triunfo del diputado empresario de Unión- PRO también se debió en parte al vice: el legislador colombiano se impuso a la lista de la radical Margarita Stolbizer en distritos cobistas de la provincia de Buenos Aires como Junín, Ramallo y Pergamino.
Para agregar más intrigas a este intríngulis del PJ PRO, desde el peronismo macrista más ortodoxo, Cristian Ritondo y Daniel Amoroso ratificaron su apoyo a Francisco de Narváez para la gobernación bonaerense y a Mauricio Macri para la presidencia de la Nación en 2011. No hubo ni una sola letra dedicada al futuro rol de Solá en ese espacio.
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