El pronóstico negativo para el cultivo de invierno por excelencia de nuestro país fue emitido ayer por Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), que publicó un trabajo titulado "Siembra de trigo en picada" señalando que este año se observará "la caída de área implantada" como "consecuencia de las bajas expectativas y de la nula rentabilidad para los productores". Veamos los puntos salientes del trabajo que detalla un complejo panorama para el sector triguero:
•En la actualidad cerca del 35% de la última cosecha continúa sin venderse por no encontrar compradores. Muchos productores han optado por no sembrar trigo en 2015, lo que perjudica la vida económica de las comunidades pampeanas y disminuye el ingreso de divisas para el país.
•Desde el ciclo comercial 2007/8 hasta el 2013/14, se comercializaron 86,2 millones de toneladas de trigo, de las cuales, por las restricciones comerciales impuestas, el 56% se negoció por debajo del valor que correspondería haber pagado mensualmente en el mercado argentino. Dentro de ese volumen (48,2 millones de toneladas), el 23,4% se vendió a valores menores al 70% del precio de paridad, en tanto que el resto se comercializó con precios que representaron entre el 70% y el 90% del valor teórico correspondiente.
Escenarios
Los técnicos de CREA dieron a su vez cuenta de dos escenarios macroeconómicos posibles dentro de los cuales se buscaría la recuperación de la rentabilidad perdida por el trigo. El primero de estos potenciales contextos incluye "una tasa de inflación por encima de la evolución del tipo de cambio, similar a la situación actual", en tanto que el segundo abarca "una evolución del tipo de cambio por encima de la inflación!
El trabajo destaca que, "anteponiendo las retenciones y las restricciones a las exportaciones, en el primer escenario un campo promedio del sudoeste bonaerense debería producir 3.500 kilos de trigo por hectárea para cubrir los costos, incluido el alquiler. Este rendimiento se encuentra 22% por encima de lo que se produce en esa zona". En tanto, en el segundo escenario "se deben producir 3.100 kilos por hectárea para cubrir los costos, es decir, un 9% más de lo que el cultivo rinde normalmente".
"En síntesis -avanza el trabajo de CREA-, las distintas situaciones que se plantean para la producción de trigo no generan resultados alentadores para los agricultores, lo que explica la importante reducción esperada de la siembra en 2015. Esto también repercute negativamente sobre quienes han hecho fuertes inversiones en el NOA, tendientes a satisfacer las demandas de harina y fideos de la región, y exportar a países vecinos".
Crítica
Avanzando en terreno político, el escrito de CREA indicó que "para recuperar la competitividad de la actividad triguera, se requieren cambios que exceden a las variables macroeconómicas, siendo imprescindibles medidas puntuales sobre la actividad, como la eliminación de los derechos de exportación y los permisos de embarque (ROE). Aunque varíen las condiciones macro, las regulaciones que rigen el mercado triguero deberían ser reconsideradas".
El texto difundido ayer señala que "los precios FOB Golfo para diciembre de 2015 -del orden de u$s 245 por tonelada- están disponibles para los exportadores. Sin embargo, las cotizaciones internas del cereal para esa época -del orden de u$s 130 por tonelada- se encuentran alejadas de aquéllos. Esto significa que el mercado no recibe señales contundentes de que la próxima cosecha de trigo se venderá sin retenciones ni ROE, y eso arrastra hacia abajo a toda la cadena comercial".
En base a estos cálculos, los técnicos de CREA entiende que "los productores consideran los precios que se les ofrecen a cosecha en diciembre y enero, y no se sienten estimulados a sembrar", ya que "con u$s130 por tonelada y rindes normales no alcanzan a cubrir los costos y por eso no compran semilla, fertilizante ni otros insumos para trigo". "Habría un cambio drástico en la campaña triguera si el mercado percibiera que habrá modificaciones importantes en el tratamiento comercial del cereal", concluyen.
Datos cruzados
Cabe señalar que el ministro de Agricultura de la Nación, Carlos Casamiquela, afirmó esta semana que en la campaña de trigo que está comenzando "se va a sembrar lo mismo que la temporada pasada", apuntando a 5,2 millones de hectáreas, y enfatizó que "no hay dificultades" en materia comercial y en abastecimiento al mercado interno.
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