Un reto a Israel que no enfría la relación

Washington - La decisión israelí de seguir adelante con la construcción de viviendas en Jerusalén oriental podría ser «muy peligrosa», dijo ayer Barack Obama en la entrevista que concedió a Fox News.

La concesión del reportaje fue interpretada como una suerte de reconciliación del presidente con la emisora conservadora, cuyos periodistas suelen lanzar duras críticas al Gobierno. «Pienso que la construcción de nuevos asentamientos no contribuirá a la seguridad de Israel. Creo que hace más difícil alcanzar la paz con sus vecinos», declaró Obama. «Creo que molesta de tal modo a los palestinos que puede ser muy peligroso», añadió.

Sin embargo, Obama afirmó que la iniciativa no afectará el apoyo de Estados Unidos a Israel. «He dicho repetidamente y lo diré nuevamente: la seguridad de Israel es parte vital del interés nacional de Estados Unidos, y garantizaremos que estén seguros», señaló.

Israel anunció el martes su decisión de construir 900 nuevas viviendas en la parte árabe de Jerusalén. El ministro israelí del Interior, Elie Yishai, justificó la autorización al afirmar que «cesar la construcción en Gilo es como cesar la construcción en cualquier barrio de Jerusalén y de Israel».

La cuestión de la colonización israelí en los territorios palestinos provoca fricciones entre Estados Unidos e Israel. Los palestinos reclaman el cese total de la construcción de colonias en Cisjordania, antes de reanudar negociaciones de paz. Israel pide que se reanude el diálogo sin condiciones previas.

La parte oriental de Jerusalén (en la que viven 200.000 israelíes y 270.000 palestinos) fue anexada por Israel tras la guerra de junio de 1967.

Agencia AFP