29 de mayo 2018 - 23:04

Una “vendedora de fósforos” y la poética moderna

El realizador Alejo Moguillansky rodó algo más que un simple backstage de la ópera vanguardista del alemán Helmut Lachenmann, que se representó en la temporada del Teatro Colón durante la temporada 2014.

la vendedora de fósforos. Una imagen del film de Alejo Moguillansky que se verá desde el jueves en la Sala Lugones.
la vendedora de fósforos. Una imagen del film de Alejo Moguillansky que se verá desde el jueves en la Sala Lugones.
El realizador cinematográfico Alejo Moguillansky estrena este jueves en la Sala Leopoldo Lugones el film "La vendedora de fósforos", premiada en 2017 como Mejor Película Argentina del Bafici y que se propone como un diario del montaje de la ópera contemporánea homónima que el compositor alemán Helmut Lachenmann presentó en el Teatro Colón en 2014.

"Después de 'Castro' (su opera prima de 2009) surgió una pequeña familia de películas donde en lugar de escribir un guión y salir a filmarlo se empezó por una circunstancia documental y a partir de ella se pensó un relato ficcional que incorporara de lleno esa situación de la realidad", dijo Moguillansky a la prensa.

"La vendedora de fósforos" se verá hasta el 8 de junio. Cuando habla de esta "pequeña familia", el cineasta se refiere a los films "El loro y el cisne" (2013) sobre un grupo de danza, y "El escarabajo de oro" (2014).

"En este caso -remarca Moguillansky- arrancamos por el registro de la puesta de la ópera de Lachenmann, que estuvo atravesada por un paro de transportes que afectaba la agenda de ensayos y fue interesante ver a este compositor, que tiene un discurso fuertemente antiburgués, por un lado, y a una orquesta de un país en huelga del otro; había ahí una paradoja muy interesante como imagen inicial".

En el film intervienen la actriz María Villar, el actor Walter Jakob, Cleo Lachenmann, la pianista argentina Margarita Fernández y el compositor Martín Bauer. "Por alguna razón, otra vez necesité ampliar el material y salir a desarrollarlo valiéndome de las herramientas que yo tengo que son las de la ficción, porque nunca me consideré un director de documentales, sino que en un momento en que quizás escribir un guión de la nada me resulta una idea un poco abismal, prefiero tomar puntas documentales y descubrir detrás de ellas una ficción que se imponga como forma y voluntad para hacer una película", dijo.

"Igualmente -aclaró- el interés de la película no es asumir el borde de lo real y lo ficcional sino que el procedimiento que opera es más parecido al de un pintor que tiene unos materiales dentro de un gran cuadro, algunos de los cuales son reales y otros no, y así como uno no le pregunta al pintor si es documental o ficción, en la película eso tampoco importa sino que lo que importa es que ese conjunto tenga una verdad poética e imaginativa".

"Yo soy montajista", siguió "de modo que estoy realizando el registro documental y lo empiezo a editar y una vez que lo edito empiezo a imaginar o tratar de que eso cierre como película y a partir de eso escribo para que eso sea un relato posible para el cine, son películas que se filman, se montan y después se escriben, el momento de escritura es el montaje propiamente dicho. Con el equipo empezamos a delinear de manera muy colectiva cosas que nos parecía que estaban bien para el relato, probando cosas con lo que se había filmado en el Colón".

"El humor", considera ante cierta presencia humorística en su película "es un modo de proceder que funciona casi como un sistema de defensa ante cierto terror a la idea de un cine solemne. Lo que me sale, lo que quiero que me salga o lo que puedo hacer es la comedia, aun cuando haya elementos más melancólicos o, incluso, trágicos. En "La vendedora..." también lo político está explícito: hay una orquesta peleándose con la autoridades de un teatro público, hay un paro de transportes que los excede a todos, lo político está en el material documental y le permite a la película que lo político sea manifiesto sin ser obsceno; en las otras películas lo político estaba en el plano de las formas, en el plano, acá es más sensible, pero en todas es una constante".

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