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"Voto útil", duelo Massa-Macri para sumar electores ajenos
PELEAN POR EL SEGUNDO LUGAR Y SE RESIGNAN A PRIMER PUESTO DE SCIOLI. RADICALES AUSENTES. EL FACTOR "DEL CAÑO"
Macri salió el jueves pasado a buscar votos de Massa, y también de Scioli, con el estreno de un monumento a Juan Domingo Perón junto con Hugo Moyano y Gerónimo "Momo" Venegas. El jefe de PRO surfea una malaria política que se inició con la derrota de Miguel del Sel en Santa Fe, continuó con un casi empate de Horacio Rodríguez Larreta ante Martín Lousteau en la Capital Federal y tuvo su última esquirla con la denuncia contra Fernando Niembro por contrataciones irregulares que derivó en la renuncia del primer candidato a diputado nacional del macrismo en la provincia de Buenos Aires. La crisis PRO detonó después de las primarias simultáneas, abiertas y obligatorias de agosto, a diferencia de Massa quien llegó golpeado a las PASO tras una fuga de soportes clave en Buenos Aires. Ahora, Massa busca explotar su "veranito" electoral, y con José Manuel de la Sota y Roberto Lavagna como laderos avanza sobre el voto opositor de Macri. No sólo le arrebató la bandera del "cambio" con el spot publicitario "el cambio son las propuestas", sino que también lanzó una campaña en redes sociales para convencer al votante del PRO de que sólo él puede vencer a Scioli en un eventual balotaje.
La vuelta de Sanz
Ayer, Macri debió desempolvar a Ernesto Sanz, presidente de la UCR, para frenar la avanzada de Massa sobre su electorado, en especial el votante radical que participó de las PASO de Cambiemos, pero que todavía se resiste a apoyar al expresidente de Boca Jrs. en la presidencial. Los jinetes radicales que pelean candidaturas a la gobernación en sus provincias, Gerardo Morales (Jujuy) y Luis Naidenoff (Formosa) grabaron un mensaje de apoyo para Massa en el acto que realizó hace 15 días para relanzar la campaña del interior del país en el estadio Orfeo junto a De la Sota. La visibilidad del radicalismo en la campaña de Macri fue casi nula. Sólo Sanz accedió a una silla en la mesa chica del PRO, pero nunca logró convencer a Macri de darle más espacio a la UCR en el tramo final. Es más, el ingeniero le devolvió al radicalismo el escaso aporte de campaña con la estatua de Perón.
La resignación de Massa y Macri ante una victoria de Scioli el domingo 25 se manifiesta en la disputa de este "voto útil", sólo útil en caso de que haya una segunda vuelta electoral. Por eso el candidato presidencial del Frente Renovador también avanza sobre el voto radical, pero por otras vías. Postuló a Margarita Stolbizer para la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en un guiño al voto de extracción UCR que rehúye de Macri y tiene conciencia del carácter casi testimonial de la candidatura de la diputada del GEN. Ése es el voto radical que Sanz, por ejemplo, no puede garantizarle a Macri. En el massismo también confían en una ayuda involuntaria de la izquierda trotskista. Apuestan a una levantada del candidato del Frente de Izquierda de los Trabajadores, Nicolás del Caño, que le reste voto del kirchnerismo duro a Scioli, el voto más ideologizado que el gobernador de la provincia de Buenos Aires no podría retener. Tal vez sea un punto, o décimas, pero todo a la hora de construir el "voto útil".
Massa participó ayer de la mesa de Mirtha Legrand junto a De la Sota y aseguró que un voto a Macri, su rival de Cambiemos, "es un voto inútil porque en la segunda vuelta pierde" con Scioli. "Hay algunos muy apurados y se quieren comer la cena antes de desayunar", sostuvo el candidato durante el fin de semana al ser consultado sobre los dichos del líder del PRO respecto de un eventual apoyo del tigrense en un balotaje.
Pierde con Scioli
En ese sentido, el líder del Frente Renovador criticó al jefe de Gobierno porteño y resaltó que "plantear una elección con la lógica del voto útil tiene una sola respuesta: el voto a Macri es un voto inútil porque en la segunda vuelta pierde con Scioli. Si queremos cambiar de verdad, lo que tenemos que hacer es construir en la primera vuelta la alternativa para ganarle al kirchnerismo en la segunda".
Macri, en tono casi profético-apocalíptico, al borde de una interliteral autoría de Elisa Carrió, vaticinó desde Facebook: "Las circunstancias demostraron en las PASO que Cambiemos es el único frente competitivo que puede ganarle al oficialismo. Si el 25 de octubre esa mayoría, de más del 60% de los argentinos, que votó por una opción distinta al oficialismo vuelve a dividir su voto pensando que después se unirán, eso podría no suceder. Lo digo más claro: si dividimos nuestro voto podríamos continuar como estamos. Si no queremos resignarnos y andar rumiando contra nuestro destino como si fuera una maldición, tomemos ahora mismo la decisión de empezar una nueva época. El 25 de octubre es nuestro lunes, nuestro primero de año, nuestro nuevo comienzo".
Un ejemplo exasperante de esa polarización por el voto útil se da también en los municipios de la provincia de Buenos Aires, donde el Frente Renovador y PRO disputan intendencias. En San Isidro, el radical Gustavo Posse de Cambiemos recibió una denuncia del massismo por presunto robo a punta de pistola de banners y material de campaña. El senador bonaerense Sebastián Galmarini, cuñado de Massa, vinculó a supuestas patotas de Posse con una campaña violenta. En el conflicto interviene el juez electoral Laureano Durán, quien ordenó la devolución del material de campaña sustraído. En otros distritos del norte de la Buenos Aires, en la primera sección electoral, donde el macrismo porteño salpica al massismo más allá de los límites de la General Paz, ocurre lo mismo. Alex Campbell, candidato a intendente del PRO en San Fernando, acecha a Luis Andreotti con desfiles semanales de la cúpula del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, jefe de Gabinete y vicejefa de la Capital Federal, acompañan a Campbell de cerca en cada acto de campaña. Hoy el mano a mano Massa-Macri por el voto útil tendrá un nuevo capítulo. El exintendente de Tigre volverá a pisarle al PRO la Capital Federal para presentar en el Teatro Astros una propuesta de políticas de género junto a su esposa, Malena Galmarini.
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