13 de marzo 2009 - 01:22

Vuelve la guerra al Congreso con desafío por retenciones

Francisco de Narváez, Margarita Stolbizer y Rubén Giustiniani, algunos de los dirigentes de la oposición que estuvieron en Córdoba.
Francisco de Narváez, Margarita Stolbizer y Rubén Giustiniani, algunos de los dirigentes de la oposición que estuvieron en Córdoba.
Néstor Kirchner comenzó ayer en la residencia de Olivos el operativo del Gobierno para evitar que la oposición y el campo avancen el martes en la Cámara de Diputados con el proyecto de modificación de las retenciones a las exportaciones de soja. El ex presidente citó a una reunión urgente a Agustín Rossi, Miguel Pichetto (al que debió bajar del avión que tomaba para retornar a su provincia) y a Juan Carlos Mazzón para organizar la estrategia que seguirán los bloques en el Congreso después que la Mesa de Enlace confirmara junto con la oposición en el acto del campo en Córdoba que todos presionarán en la sesión especial convocada para intentar aprobar el proyecto que unificaron el radicalismo y la Coalición Cívica. Quedó claro desde ese momento que el conflicto con el Gobierno por las retenciones volvía a estallar: al mismo tiempo que los diputados de toda la oposición intenten debatir nuevas medidas para el agro, los dirigentes de la Mesa de Enlace deberían ingresar a la continuación de la reunión agendada en el Ministerio de Producción.
El temor oficial es que, como ocurrió con el debate de la Resolución 125, algunos kirchneristas decidieran bajar el martes al recinto para dar quórum y facilitarle el debate a la oposición. No sería extraño, frente a la situación que viven los bloques kirchneristas, que algunos diputados hasta ahora leales se tentaran por bajar a debatir. Hoy el kirchnerismo tiene 119 votos y si bien la oposición necesita reunir 129 diputados para el quórum (número que no tiene), alguna nueva disidencia en el oficialismo podría provocar una derrota imposible de procesar para el Gobierno.
La reunión, que se inició hacia las 19 en Olivos, se prolongó anoche hasta que Cristina de Kirchner y Florencio Randazzo volaron en el helicóptero desde la Casa Rosada para unirse al grupo.
Pero más temprano, la Presidente ya había preparado las armas para la batalla: «Cuántas discusiones nos hubiésemos ahorrado si se hubiese abordado el debate del tema en forma reflexiva», dijo durante un acto previo en Olivos. «Está muy bien que la oposición ocupe el rol de oponerse, pero oponerse a lo que no se conoce está rayando con la ficción y por eso cuando leía esa oposición, por ejemplo, a la ley de radiodifusión me causó realmente una sorpresa, porque es casi un ejercicio único de ficción y esto es lo que pasa en la Argentina», dijo.
Pero luego volvió a insistir con un argumento que el Gobierno había dejado de lado durante los últimos acuerdos sobre carne y leche que la Mesa de Enlace firmó con él, tras la reunión sorpresiva con Cristina de Kirchner en medio de las negociaciones con Randazzo y la ministra Débora Giorgi: «Si hoy la estuvieran aplicando estarían beneficiando a pequeños y medianos productores, porque estarían pagando alícuotas inferiores a las actuales, además de beneficiar a aquellos productores alejados de los puertos por el tema del flete», dijo con relación a la Resolución 125.
La reacción de los hombres del campo fue inmediata: «Cuando escuché el discurso pensé que estaban pasando una grabación de hace diez meses. Es lamentable volver a viejos conceptos que confunden a la opinión pública», dijo Hugo Biolcati, presidente de la Sociedad Rural.
En Córdoba, mientras tanto, se terminó de pulir el acuerdo entre el oficialismo y la oposición para intentar sesionar el martes con el proyecto que pretende reformar las retenciones y quitarle al Poder Ejecutivo el control de fijar las alícuotas. De ahí la presión de Néstor Kirchner anoche por evitar cualquier peligro de que esa sesión especial tenga quórum.
Así, la UCR, la Coalición Cívica y el socialismo (que aún negocian con Felipe Solá y Francisco de Narváez unificar una posición) quieren que una comisión bicameral sea la encargada de fijar el nivel de retenciones.
Hasta ahora, la sesión tiene unos 100 asistentes confirmados, insuficientes para comenzar el debate. Pero ayer en Córdoba empezó el tramo final del reclutamiento: «Hay que eliminar con urgencia las retenciones al trigo y al maíz, segmentar la retenciones a la soja y eliminar las retenciones a la carne y a la leche», dijo el radical Gerardo Morales.

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