Vuelve “La tregua” con sabor digital
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Héctor Alterio y Cipe Lincovsky en una recordada escena, hacia el final de “La tregua” de Sergio Renán.
"La remasterización forma parte de todos los avances tecnológicos de los últimos años", dijo Renán a la prensa. Con equipos digitales hubiese sido más sencillo hacerla. Muchas escenas se rodaron en sets muy pequeños. Los equipos de luz entonces ocupaban mucho espacio: ahora es todo diferente", recordó.
"Por más que mucha gente de mi generación renegaba de la aparición de los nuevos formatos, no hay nada como ver lo que uno filmó de inmediato y no varios días después. Uno se moría de angustia hasta poder escuchar el clásico 'está todo bien' que nos llegaba de los laboratorios Alex. Somos más libres y casi todo lo que uno imagina se puede hacer. No hay excusas, solo hay que tener en claro lo que uno quiere", dijo.
El director de fotografía Hugo Colace, el sonidista Carlos Abbate y el técnico Alejandro Eguia, supervisor de la restauración, tuvieron en sus manos la tarea de lavar a fondo imágenes y columna de diálogos y música. "Juan Carlos Desanzo, responsable de la fotografía original, siempre fue un tipo de avanzada y más allá de las limitaciones técnicas que había en ese momento, uno de los problemas con los que se encontró era los espacios pequeños para el rodaje, pero la idea no era modificar el producto original sino prolijarlo, adivinar la intención y mejorarla en algo, sin que se note", dijo Colace.
"El negativo estaba muy destruído, no solamente rayas y puntos, sino en otro tipo de información contenida respecto a la estabilidad de la imagen y el sonido", agregó.
Según Abbate, "gente joven del equipo de restauración, de veintipico, no tenía idea de la película y a medida que la iban viendo se quedaban pegados. Si te cuesta ver y escuchar, se hace más difícil ver cine argentino de hace 40 años o más. Este es un paso muy importante encarado por la Academia", insistió.
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