4 de julio 2023 - 00:00

Yellen viaja a China en busca de distender la relación

Washington - Estados Unidos y China siguen dialogando, pero ahora está por verse si serán capaces de llegar a un acuerdo para evitar que la competencia degenere en confrontación, represalias, ralentización de la economía global y creación de dos bloques con una alianza cada vez más fuerte entre Pekín y Moscú, con inevitables repercusiones también en la guerra de Ucrania. En busca de que el diálogo despegue, tras el reciente viaje del jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken, será la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, quien visite a Xi Jinping.

En su viaje de cuatro días, que comenzará el jueves, Yellen se entrevistará con altos ejecutivos chinos y empresas estadounidenses que operan en ese país.

El mero hecho de que vaya ya es una buena señal: su misión llega pocos días después de que Joe Biden, al tratar de restablecer relaciones estables con China, tildara a Xi de “dictador”, sin retroceder ni pedir disculpas luego a las autoridades del país asiático. Un estallido que reavivó las tensiones tras la visita de Blinken y que implica el riesgo de volver a congelar los lazos entre las dos superpotencias.

Sin embargo, Pekín parece haber hecho prevalecer el pragmatismo, entendiendo que el comandante en jefe está en campaña electoral y tiene que lidiar con los halcones republicanos.

A la misión de Yellen debería seguir la de la secretaria de Comercio Gina Raimondo.

El diálogo renovado debería luego sellarse con un acuerdo bilateral entre Biden y Xi, al margen del G20 en India en septiembre o en la cumbre APEC –el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico– en San Francisco, en noviembre.

La secretaria del Tesoro, que conoce bien a China desde que dirigió la Reserva Federal, es vista como una contraparte más amigable que otros miembros del Gobierno de Biden. Tanto es así que en el pasado también abogó por una flexibilización de los aranceles estadounidenses, aunque luego tuvo que adoptar por la línea dura. Pero su tono sigue siendo suave, en la creencia de que la relación entre Washington y Pekín es “importante para todo el mundo”.

En una entrevista reciente con MSNBC, Yellen sugirió que la “competencia sana” podría beneficiar a los trabajadores y empresas de ambos países.

“Mi esperanza mientras viajo por China -explicó- es restablecer los contactos. Hay un nuevo grupo de líderes, necesitamos conocernos. Necesitamos discutir nuestros desacuerdos para no tener malentendidos, no entender mal las intenciones de los demás”, indicó.

Sin embargo, es difícil desatar los nudos. Biden ya ha endurecido la exportación de chips y otros materiales de alta tecnología a China y prepara un decreto para recortar las inversiones estadounidenses en sectores tecnológicos chinos, percibidos como un riesgo para la seguridad nacional. También se está considerando una mayor represión de los semiconductores.

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